Richard Ernst Oppel y Miguel Martín Fernández de la Torre.
Calle Rosales, 4. Tafira Alta, Las Palmas de Gran Canaria. Islas Canarias, 1934Casa Speth en Tafira Alta. Infografía de A. Beautell, 2002.
EL MEJOR RACIONALISMO HECHO EN CANARIAS
Por Alejandro Beautell
Situada en la Cruz del Inglés, sobre las faldas del Monte Coello de Tafira Alta, en la isla de Gran Canaria, se levanta una vivienda inusual…
Corría el año 1932 y la gran crisis asolaba Europa. Ese mismo año, Adolf Hitler se presentaba, por el partido nacionalsocialista, a la presidencia de Alemania; mientras, el país se hundía, marcando un récord absoluto en el número de parados, que superaba los seis millones. Eran tiempos convulsos.
Aquel difícil verano de entreguerras, un arquitecto alemán, de nombre Richard Ernst Oppel, viaja a Canarias. Se trata de un hombre de 43 años de edad, formado en la Universidad Técnica de Dresde, la de mayor prestigio del país. En sus maletas, junto a los documentos que acreditan su capacitación profesional, porta gran cantidad de carboncillos y gastados lápices de colores.
Aquel material de dibujo habría de jugar un papel fundamental en la historia de la arquitectura moderna en Canarias.
1932. Un Zepelín sobrevuela la Catedral de Las Palmas en Gran Canaria.
El alemán, buscaba en las islas un nuevo comienzo. Oppel planificó su incursión profesional; primero visitaría Tenerife, donde se entrevistó con el arquitecto Eladio Laredo y Carranza, que reconstruía el hotel Taoro del Puerto de La Cruz; y más tarde Gran Canaria, donde visitó a Miguel Martín-Fernández de La Torre, en aquel momento, el arquitecto de mayor proyección del archipiélago, y al que había escrito previamente solicitándole un puesto en su estudio.
El gran arquitecto canario accedió. Las islas, por aquél entonces, comenzaban a vislumbrar el cambio de paradigma hacia la modernidad, y aquel ideal moderno, tenía su referente más destacado en la arquitectura funcionalista que se estaba gestando en Alemania. Este hecho, junto a la sólida trayectoria demostrada por Oppel, fue probablemente un factor decisivo en su admisión.
Y así fue como el arquitecto Oppel, que, dada su procedencia extranjera, no podía firmar proyectos, se incorporó al equipo de Martín. Pronto Miguel le brindó su confianza(1) y Richard le correspondió con trabajo y tesón.
En aquellos primeros meses, Oppel pasaba incontables horas frente al tablero de dibujo, en un digno edificio de la calle Bravo Murillo de Las Palmas, proyectado por el propio Martín, donde este último había instalado su estudio profesional y su vivienda.
Uno de los primeros encargos que recibió el alemán, ya incorporado al estudio del arquitecto canario, fue una casa que atendería al programa de vivienda para el ingeniero Hans Speth y su familia.
El Dr. Speth, que por aquella época dirigía las obras del Puerto de La Luz y de Las Palmas, había trabado una fuerte amistad con Richard Oppel desde la llegada de éste a Gran Canaria. Les unía su condición de centroeuropeos -Speth era holandés- y una educación común, ya que ambos obtuvieron una férrea instrucción germánica, producto de la cual lucían una característica cicatriz en el rostro.
Así pues, el ingeniero Speth, confió a su amigo el proyecto de su casa en Tafira. Ésta habría de levantarse sobre una parcela elevada, desde donde su futuro propietario pudiera seguir las obras del Puerto, que dirigía al frente de la Sociedad Metropolitana de Construcción.
En septiembre de aquel año treinta y dos, Richard comenzó a trazar los primeros croquis de la futura casa. El virtuosismo esgrimido por el germano en el arte del dibujo sorprendían al más experimentado observador. La intensidad y firmeza de su trazo, la intención, frescura, y el dominio total de la perspectiva, hacían de su grafismo un acto casi visceral.
La manera de rotular los planos de Oppel también resulta una acción puramente personal e inconfundible. Su grafismo y su arquitectura no residían en compartimientos estancos, sino que, por el contrario, eran dos formas de expresión que pertenecían al mismo lenguaje, resultando el diálogo entre ambas, de una gran coherencia.
Richard, era un hombre de su tiempo, cercano a los movimientos generados por Bauhaus y De Stijl, y concebía la arquitectura como un todo, como lo que algunos autores han denominado una obra de arte total. Tal es así, que diseñaba hasta el último detalle de cada una de las estancias que vendrían a conformar la casa.
Perspectiva cónica del interior de la vivienda, vista de la biblioteca. Diseño del mobiliario del dormitorio principal.
Así fue como la casa para el Dr. Speth comenzó a gestarse, meticulosamente, a base de múltiples croquis, perspectivas y detalles, algunos de los cuales tenemos el privilegio de poder consultar hoy, en el valioso archivo de Miguel Martín-Fernández de La Torre, generosamente donado por su familia a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Detalles de gran belleza. Planta y alzados interiores del estar (wohnhalle o great hall).
Las primeras soluciones dibujadas responden a una ubicación de la vivienda diferente a la definitiva(2), en uno de los primeros croquis Richard denomina esta opción -debido a su escaso dominio del idioma-como “projecto secundo”(3); en ella, puede apreciarse como la pieza edificada se sitúa inmediatamente pegada al Monte Coello, presentando una planta que se encaja en el perfil de la montaña.
A la vista de su producción posterior, sorprende la coherencia entre el pensamiento y la obra de este arquitecto. Ya un joven Oppel, en 1921, disertaba en una conocida publicación especializada alemana sobre la construcción de casas de campo suburbanas(4): “No se trata aquí de una fachada, sino de un conjunto plástico; no de un rostro, sino de una cabeza característica. Se trata aquí de alcanzar, mediante el empleo económico del, en ocasiones, escaso material, una configuración capaz de coronar de forma correcta el paisaje (…)”
Planta no definitiva. Primeras soluciones. “ Ninguna casa debería estar nunca sobre una colina ni sobre nada. Debería ser de la colina. Perteneciente a ella. Colina y casa deberían vivir juntas, cada una feliz de la otra” Frank Lloyd Wright.
Resulta interesante constatar, en estos planos iniciales, como Oppel continúa ensayando, desde los primeros esbozos, su recurrente posicionamiento de la edificación sobre un plano elevado, a modo de un gran podio de acceso. Esta preocupación por la formalización del plano de apoyo de la casa, tiene sus antecedentes inmediatos sendos proyectos anteriores, con los que se pueden establecer múltiples similitudes. Nos referimos a la casa Weidtman(4) en Blankenese, obra de 1931, situada en las orillas del Elba, cerca de Hamburgo, y al Cabildo Insular de Gran Canaria de 1932(5), este último, perteneciente al primer periodo de Richard Oppel en Canarias, siempre adscrito al estudio de Martín-Fernández de La Torre.
Vista aérea de la casa Weidtman y perspectiva no definitiva del Cabildo Insular de Gran Canaria.
Pues bien, Oppel avanza en la solución definitiva, que como en la casa de campo en Blankenese, se formaliza en una edificación de dos plantas con un cuerpo diferenciado de una única altura, donde se sitúan las estancias de servicio.
La casa se adapta a la topografía de la parcela, colocándose paralela a las líneas de cota del terreno, orientada al naciente, dominando las magníficas vistas sobre la capital. A nivel programático, la edificación, de 785 m2 construidos, responde a una distribución de marcado carácter funcional, donde la planta baja alberga el programa de día, situándose los dormitorios de la familia en el nivel superior.
Plantas de la vivienda con rotulación en inglés.
En planta baja, y con acceso desde la gran terraza exterior, se distingue un cuerpo principal, que recoge las estancias nobles de la vivienda; así, el comedor, el estar y la biblioteca se disponen en planta libre, separadas, estas últimas, por una gran mampara translúcida. El frente aparece totalmente acristalado y la estructura vertical, a base de pilares de hormigón apantallados, se materializa en el interior del cerramiento y separado de éste, en posición exenta.
Conectadas con el estar y la biblioteca, en la segunda crujía de la edificación, se sitúan el bar y un pequeño salón o drawing-room, como la denomina Oppel. Ambas piezas se elevan sobre la cota de acceso, adaptando la sección transversal de la vivienda a la pendiente del terreno y conformando un nivel intermedio con respecto a la planta superior.
El cuerpo de servicio se dispone alineado a la segunda crujía, a continuación del bar, y alberga un office, un cuarto de residuos o despojos, la carbonera, una despensa o pantry, la cocina, el cuarto de plancha, un dormitorio para el servicio, un cuarto de lavandería y un baño también para el servicio. Como remate de este ala, y en posición perpendicular respecto a la misma, se disponen el garaje y la vivienda del chófer.
En planta alta, sobre la primera crujía, se sitúan dos dormitorios principales separados por un estar o morning-room, ambos con vestidor y acceso a la generosa terraza. Dos dormitorios más, localizados sobre la segunda crujía, y dos baños que sirven a las cuatro estancias, completan el programa de la planta alta.
A nivel formal, Oppel, busca lo esencial. El gran rigor geométrico de la edificación, resulta de una plasticidad sorprendente. La sabia disposición de volúmenes, busca potenciar la idea de horizontalidad, utilizando un amplio repertorio de recursos compositivos y juegos de planos.
El alemán, y esto es otra constante en su obra(6), domina a la perfección la creación de planos de sombra, oscureciendo a placer, en este caso, las zonas que hacen posible entender la vivienda como un juego de planos horizontales que levitan.
Perspectiva a grafito de la casa Speth. R. Oppel, 1932.
En este sentido, cabe destacar el empleo de recursos tales como el retranqueo de la estructura portante en planta baja, tras la gran superficie acristalada, lo que, junto al imponente volado de la terraza, favorece el oscurecimiento y desintegración visual de toda la planta; o el desfase del plano de apoyo del pilar exterior de la fachada norte, generando una excentricidad en el eje del soporte, tal y como repetiría en la casa Ayala de Santa Cruz, entre otras; o la utilización de los volúmenes ciegos que conforman los armarios en planta alta que, por medio de un cambio de plano en su encuentro con el último forjado, que sobresale hábilmente, parecen no tocarse; o la contundencia que otorga a los planos horizontales, al subir la altura de los antepechos de la terraza y de la cubierta, dotándolos de un peso específico, etc.
Infografías de la casa Speth. Alejandro Beautell, año 2002.
La casa estaba terminada en la primavera de 1934. La consistencia conceptual y cultural de esta obra de Arquitectura, la acercan a las búsquedas de las vanguardias transnacionales, situándola como un exponente del mejor racionalismo.
Al arquitecto José Antonio Coderch de Sentmenat le gustaba contar la anécdota en que, un viejo y famoso arquitecto americano, le decía a otro mucho más joven que le pedía consejo: “Abre bien los ojos, mira, es mucho más sencillo de lo que imaginas.” También le decía: “Detrás de cada edificio que ves, hay un hombre que no ves.” Un hombre; no decía siquiera un arquitecto. (…)
La personalidad de ese hombre, que fue Richard Ernst Oppel, R.E.O. como le gustaba firmar, aparece claramente trazada, en los proyectos en los que participó, quedando impresa también, en cada uno de los numerosos dibujos que nos dejó. Oppel, en su primera etapa en Canarias, trabaja en el estudio de Miguel desde junio del año 1932 hasta octubre de 1936, coincidiendo con ese periodo, se concretan los edificios de mayor calidad de aquella emocionante aventura de vanguardia, llamada racionalismo.
Fotografías de Richard Ernst Oppel fumando en pipa y del Dr. Speth, éste último, tal y como aparecía en la ficha del Directorio del Club Rotario de Las Palmas.
Es una lástima el estado en el que se encuentra actualmente la casa, que ha sufrido modificaciones que han desvirtuado en gran medida los valores intrínsecos que hemos reseñado. Se ha añadido un cuerpo acristalado en la segunda planta, que sobresaliendo de la fachada principal, rompe totalmente con el juego de volúmenes que nos propone Oppel. En su interior, las reformas realizadas han sido principalmente de decoración, habiendo desaparecido valiosos muebles de obra. Además, la construcción de un bar-cocina ha afectado volumétricamente a la fachada trasera.
El estado de la casa Speth, edificación incluida en la base de datos del DOCOMOMO(7), no es una excepción, los mejores exponentes, de este capítulo cultural de nuestra historia reciente, no han sido debidamente protegidos y, muchos de los que han sobrevivido, se encuentran hoy en peligro de desaparecer con el desconcertante silencio de las autoridades competentes.
Estamos acostumbrados a restaurar y rehabilitar los edificios del pasado, pero, no todavía, a hacerlo con los modernos edificios del siglo XX. Esto debe cambiar, es nuestro deber mantener una actitud vigilante en todo el proceso de recuperación, conservación y mantenimiento de las edificaciones llamadas modernas. Debe existir un consenso y una responsabilidad común que garanticen este fantástico patrimonio cultural y su supervivencia en el futuro.
Infografías de la casa Speth. Alejandro Beautell, año 2002.
Notas:
(1) Según palabras del propio Miguel Martín en una entrevista publicada en el Diario de Las Palmas de fecha 27 de marzo de 1974.
(2) Probablemente debido a problemas de orden urbanístico, según se desprende del informe negativo evacuado por la oficina técnica municipal con fecha de 22 de marzo de 1933.
(3) Los comprensibles errores ortográficos del alemán son recurrentes, así pues, en varios planos leemos: Proprietario, Faschada, Emplacamiento, etc.
(4) Joaquín Medina Warmburg en la revista Basa nº 20/21. Colegio de Arquitectos de Canarias, 1997.
(5)Oppel interviene en el proyecto desde su llegada en junio del año 1932. El proyecto se entrega en septiembre, inmediatamente antes de que realizara los primeros bocetos para la casa Speth.
(6)En este sentido, los exponentes más destacados de este tipo de construcciones, donde Oppel busca deliberadamente una potenciación de la componente horizontal, son El Cabildo Insular ylas casas Speth, Bonnyy Gerrero.
(7) DOCOMOMO es la sigla de Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement y se corresponde con una organización internacional creada en 1990 con objetivo de inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno.
Bibliografía:
Oriol Bohigas Guardiola. Arquitectura Española de la 2ª República. Tusquets Editores. Barcelona, 1970.
Fernando Beautell Stroud. El Racionalismo en Canarias. Jano nº 22. Barcelona,1974.
Sergio Pérez Parrilla.La Arquitectura Racionalista en Canarias (1927-1939). Mancomunidad de Cabildos. Las Palmas, 1977.
A.A.V.V. El Cabildo Insular y la ciudad racionalista. Cabildo Insular de Gran Canaria. Gran Canaria, 1987.
Maisa Navarro Segura. Racionalismo en Canarias. Cabildo Insular de Tenerife.Tenerife, 1988.
A.A.V.V. Miguel Martín, Arquitecturas para la gran ciudad. CAAM. Gran Canaria, 1995.
Joaquín Medina Warmburg. R.E. Oppel: La Casa Weidtman, Blanquenese 1931. Basa 20/21. COAC. Tenerife,1997.
Joaquín Medina Warmburg. Imágenes de la ciudad Hanseática. Basa nº 23. COAC, Tenerife,2000.
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