Alvar Aalto
Pikkukoivukuja. Noormarkku, Finlandia. 1938
Porche de acceso a la Villa Mairea. Foto: David Gross, Flickr
Esta es una de las obras más emblemáticas del maestro finlandés. Es una casa manifiesto en la que Alvar Aalto trató de expresar en sus comienzos su manera peculiar de entender la arquitectura.
Consiste en una vivienda en el campo en la que sus clientes, el matrimonio Gullichsen, le permitirían realizar y concretar todas aquellas ideas estéticas relacionadas con un modernismo local que Aalto aspiraba expresar desde los comienzos de su carrera. Allí realizaría una simbiosis entre la desnudez volumétrica del racionalismo del Movimiento Moderno y la aportación de elementos extraídos del paisaje y las tradiciones locales. Todo ello, aderezado con pinceladas provenientes del formalismo abstracto internacional, encarnado en el cubismo de Picasso y Leger.
Frente a los internacionalismos en boga en esos años, en la Villa Mairea, Aalto trata de conjugar su pertenencia a la cultura internacional con su amor por los parajes septentrionales de Escandinavia. El resultado construido, que utiliza la técnica del collage cubista, es una representación del carácter de una posible cultura nacional finlandesa que no renuncia a la modernidad.
Uno de los hechos más significativos de ese país es la presencia de grandes bosques y masas de agua interrelacionadas. Estos elementos se expresan en esta casa de una manera reveladora y metafórica. Tanto el agua como la madera están continuamente presentes en la obra. Las formas sinuosas de los volúmenes y los espacios exteriores rememoran de alguna manera los grandes espacios paisajísticos, modulando y suavizando las cajas que conforman la casa. En el interior, el uso extenso de pequeños puntales circulares de madera puntúa y le da calidez a los espacios a la vez que rememoran los troncos de los inmensos y monótonos bosques boreales. A su vez, el conjunto cuenta con extensas superficies acristaladas que establecen un dialogo con los espacios arbolados del exterior e introducen el color de la vegetación y la lámina de la piscina, en las zonas habitables del interior de alguna manera.
El interior presenta un alto nivel de calidez hogareña, algo muy característico de la cultura del país en el que la vida a cubierto en espacios confortables es imprescindible en los largos y fríos inviernos.
El edificio se estructura en dos volúmenes significativos, la casa propiamente dicha organizada en L y el pequeño pabellón de recreo exterior al lado de la piscina. Ambos se interrelacionan por una estructura en pérgola exterior a cubierto que acaba de conformar un gran espacio exterior en el que se inserta la piscina y el jardín principal.
La casa se organiza en dos plantas que albergan la clásica estructura funcional que caracteriza a muchos trabajos relacionados con la arquitectura moderna de la primera mitad del siglo XX. Abajo los espacios de diario, para estancia, comedor, cocina y habitaciones del servicio. Y arriba los dormitorios y las zonas auxiliares como baños, armarios, etc. El espacio de ingreso se produce en el ángulo de la casa, a través de una ligera y curvada marquesina apoyada en pilastras de piezas de madera anudadas con soga de ratán.
El pabellón se organiza en contacto directo con la piscina. Contiene una pequeña sauna, elemento tradicional de la cultura del país y un espacio de estancia al aire libre con chimenea para encuentros y comidas. Directamente conectado con la piscina se coloca una pequeña superficie triangular pavimentada con tablas.
El diseño general se complementa con un cuidado exquisito en la formalización de los encuentros constructivos, las peculiares piezas de remate y las formas sinuosas de clara adscripción cubista que surgen en numerosos puntos del edificio. El mimo en la disposición de los materiales empleados, mampostería irregular de piedra, enfoscado en los volúmenes, acero en pilares estructurales recubiertos de corteza de abedul, madera en pavimentos y recubrimientos, cuero y bronce en complementos y protección de carpinterías, refleja el interés del arquitecto en expresar el carácter orgánico de la construcción, aquel que se derivaría del entorno natural.
En definitiva, una obra maestra del arte del siglo XX, que es irrepetible y que muestra la intensísima dedicación y compromiso de Alvar Aalto en la producción de una expresión contemporánea plenamente representativa de la arquitectura de su país.
Más información:
Villa Mairea. Wikiarquitectura
Trailer sobre el documental realizado por Rax Rinnekangas. Caja de Arquitectos
Fachada lateral desde el jardín. Foto: Simoneau, Flickr
Vista de la fachada del jardín desde la candela de acceso al bosque. Foto BjornCP, Flickr
La peculiar configuración de la escalera de acceso a la planta alta: Foto: Lucio Sosa, Flickr
El “bosque de pilastras” en el espacio interior.
La serpenteante configuración de la forma volumétrica de la chimenea
Vista general del espacio de estancia en la planta baja
Detalle del remate del pasamanos de la escalera principal
Planos:
Diseño del detalle del recubrimiento de la escalera
Localización:
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