Edificio Bradbury de Los Angeles

George H. Wyman
304, South Broadway. Los Ángeles. EEUU, 1897

Vista de la claraboya del atrio central del edificio Bradbury. Foto: Julius Shulman

Una de las escenas más impactantes de la película Blade Runner es aquella en que el líder replicante va a visitar a su creador en su propia casa. Este reside en la última planta de un edificio de estilo victoriano que se presenta decrepito e inmerso en penumbras amenazadoras. Es el edificio Bradbury, una de las estructuras históricas más famosas que se conservan en el centro de la ciudad californiana de Los Ángeles.

Interior del edificio en la película Blade Runner. Ridley Scott, 1982

El Bradbury Building se sitúa en el 304 de South Broadway. en el centro de Los Ángeles y es una de las pocas muestras de arquitectura anterior al siglo XX que es mundialmente reconocidas en esa ciudad. Ello es así por la influencia que la cultura cinematográfica desarrollada desde Hollywood tiene en el resto del mundo. Un hito turístico de primer orden al que entrar para ver su espectacular patio, bañado por la luz cenital que le da una atmósfera particular.

En una ciudad donde casi todo es muy reciente, esta pieza de arquitectura ha resistido el paso de los años desde que se construyera a finales del siglo XIX. Sería un proyecto del arquitecto californiano George H. Wyman que asumiría el encargo de realizar la idea del empresario minero y promotor inmobiliario, Lewis Bradbury. Su carismático espacio interior se estructura con un gran atrio de cinco plantas de altura bajo una cubierta acristalada en el que se insertan dos ascensores simétricos de mecanismos a la vista y escalera frontal con barandillas filigranadas de hierro. A su alrededor se organizan los espacios funcionales comunicados por pasillos en todo el perímetro del patio. Las piezas de cerrajería son un magnífico trabajo de fundición que se haría en Francia y se usarían para la Feria Mundial de Chicago de 1893 y el promotor compraría una vez finalizada.

Esta interesante muestra de estilo la descubriría la historiadora Esther McCoy en 1953 como una pieza interesante del patrimonio arquitectónico de la ciudad que debería protegerse. Hoy está catalogado en el National Register of Historic Places, siendo completamente restaurado en 1990. Actualmente, alberga las oficinas de los famosos Asuntos Internos del LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles). Kenneth Framptom lo reseñaría en su libro Modern Architecture 1851-1945 diciendo que:

El edificio Bradbury es único no sólo por su espectacular escalera proyectada, sino también por sus ascensores hidráulicos acristalados que dan acceso a las diferentes plantas de oficinas. Estas estructuras sirven para animar el movimiento a través de la sección del volumen; un efecto visual integrado por el filtrado de la luz a través de los rellanos de las escaleras y la oscilación de las cabinas de ascensores. A modo de contraste, el exterior del edificio es tradicional, se construye con una mezcla de piedra arenisca y recubrimiento de ladrillo.

Pero este carismático edificio ha sido un escenario recurrente para múltiples películas de Hollywood a lo largo del siglo XX. Diversos directores han aprovechado este fotogénico lugar para generar exotismo, misterio y también ese glamour tan apropiado para las historias de gánsters y asesinatos. Su reconocible atrio central ha servido de fondo a muchísimas películas, desde que se utilizará en 1942 en la película de Henry Hathaway, China Girl (Infierno en la tierra), para representar el espacio del Hotel Royal en Mandalay, Birmania. Más de 10 películas posteriores han utilizado sus espacios para representar los escenarios de las respectivas tramas. Como la que protagonizaría Jack Nicholson en la película The Wolf(El Lobo, 1994).

El edificio Bradbury, escenario de Los Ángeles. Extracto de la película LA plays itself de Thom Anderson, VIMEO