Siedlung Römerstadt

Ernst May y Max Boehm
In der Römerstadt. Nordweststadt
Frankfurt. Alemania. 1935

El singular volumen edificado en los extremos de las filas de casas en la segunda fase de la Siedlung Römerstadt. Foto: Händler

El asentamiento de Römerstadt, situado al norte de Frankfurt es uno de los ejemplos representativos del urbanismo y la arquitectura residencial producida en Alemania a finales de la segunda década del siglo XX. Es un barrio de vivienda popular que tiene algo de pintoresco debido a la influencia del lugar en que se sitúa y que responde también a los patrones estéticos de la llamada Nueva Objetividad.

La sencilla casa de Ernst May en Römerstadt. Modelo de la unidad tipo de vivienda. Foto Wikipedia

El trabajo realizado por la municipalidad de Frankfurt en la década que comienza en 1925 es un esfuerzo ejemplar para solucionar la escasez de vivienda popular. Y, quizás, el episodio más relevante de la importante labor social que se hizo en numerosos países para atender una de las necesidades fundamentales de las personas más desfavorecidas, el derecho a una vivienda digna. En esos años, se consideraba al diseño eficiente y racionalizador del espacio residencial colectivo como una muestra de progreso. Se trataba de una orientación de raíz política que supondría una influencia decisiva, relacionada no solo en la calidad de vida, sino también en la búsqueda de la mejora global del comportamiento humano de sus habitantes. Una ideología positivista que consideraba a la arquitectura y la planificación urbanística como vehículos para el cambio positivo hacia mejores valores sociales asumidos colectivamente. Para sus impulsores se trataba de producir una revolución en los usos y costumbres dentro de las condiciones democráticas y económicas existentes, que condujera a la eliminación de las lacras existentes de miseria e insalubridad relacionadas con la edificación.

Con presupuestos progresistas y con el objetivo de representar los intereses de las clases trabajadoras, hacia 1925, el partido socialdemócrata alemán lograría el control del poder municipal en Frankfurt, esa importante ciudad de la región de Hesse en el sur de Alemania. A partir de entonces, bajo el liderazgo del alcalde Ludwig Landmann, secundado por su equipo político, los socialdemócratas lanzarían una importantísima operación de construcción masiva de barrios de vivienda popular. Un proceso colectivo que se conocería posteriormente como Das Neue Frankfurt (la Nueva Frankfurt) en referencia a la publicación periódica que difundiría las ideas y propuestas ejecutadas y que tendría una influencia decisiva en esos años. Como consecuencia, la nueva Frankfurt crecería espectacularmente, se llegarían a construir varios decenas de miles de unidades residenciales, entre 1925 y 1935. Fundamentalmente al norte de la ciudad, en el entorno del río Nida, afluente del Main, el principal río de la región.

Ejemplar de la revista Das Neue Frankfurt

Portada de la revista der Spiegel dedicada a Ernst May en Mayo de 1955. De Nairobi a Altona. May, el planficador de ciudades

Nada mas llegar al poder, los socialdemócratas nombrarían al arquitecto Ernst May como Stadtbauram (Inspector Municipal de Obras Públicas) y Dezernent für Bauwesen (Jefe del Departamento de Desarrollo Urbano), una concentración inusual de poderes y responsabilidades técnicas que tendría una influencia decisiva en la expansión periférica de Frankfurt durante más de una década. Para lograr su objetivo -consistente en solucionar el problema de la escasez de vivienda- May supo organizar y rodearse de un extenso y muy eficiente equipo técnico. En él se incluirían numerosos ayudantes como Martin Elsässer a cargo de la supervisión de edificación, Max Boehm como planificador del desarrollo urbano y Max Bromme, responsable del diseño paisajístico. Junta a ellos, se integraría un equipo amplío de colaboradores y consultores externos, entre los que se encontraba el influyente arquitecto Walter Gropius de Dessau.

El reforzado equipo de May abordaría rápidamente cuestiones diversas relacionadas con el urbanismo y la arquitectura, que incluían la investigación de vanguardia, a la búsqueda del establecimiento de criterios unificados de edificación residencial y también la coordinación en la planificación integral de la ciudad. Enel primer caso, tendrían como referencia los estudios para el Existenz Minimum desarrollados por Allen Klein, lo que daría lugar a las llamadas Frankfurter Normen, un código de edificación que estandarizaría numerosos aspectos de la construcción, la funcionalidad y la forma de la vivienda. Además, y como resultado del esfuerzo en la propuesta y ejecución de sucesivas urbanizaciones, acabarían también por conformar una visión integral de la expansión de la ciudad en el llamado Flächeverteilungs Plan (Plan de Distribución) de Frankfurt proyectado en 1928. Todo este esfuerzo se presentaría en el II Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) que se celebraría en la ciudad en 1929 bajo el lema de la Vivienda para el mínimo existencial (Die Wohnung für das Existensminimum).

Existenzminimum. Cartel de la exposición celebrada en Frankfurt en 1929 exponiendo los estudios realizados con motivo del II CIAM. Se toma como motivo la planta de la vivienda tipo de Römerstadt

En esa década, como resultado de todo ese inmenso esfuerzo realizado se construirían numerosas urbanizaciones de vivienda de baja densidad en la periferia de la ciudad que se encajarían en su correspondiente plan urbanístico de desarrollo. El plan hace un minucioso reconocimiento del territorio que circunda a la ciudad. Y como consecuencia de la existencia de una extensa superficie boscosa al sur (Frankfurt Stadtwald) -que se considera necesario preservar del desarrollo- la planificación ejecutada concentraría ese crecimiento residencial principalmente al norte de la ciudad consolidada, teniendo como marco de localización el valle del Nida, reservando las orillas del río Main al este y el oeste para desarrollos productivos de carácter más industrial. May propondría en el Flächeverteilungs Plan un conjunto de urbanizaciones-satélite o, en su denominación, ciudades-hijas que se definirían como grupos de bloques residenciales con amplios espacios libres y alineaciones de viviendas adosadas de baja altura con jardín asociado, conformados para garantizar un buen soleamiento y ventilación de los recintos interiores. En el caso de las alineaciones de viviendas de baja altura, el tipo edificatorio básico tendría un tamaño bastante pequeño en comparación a los estándares actuales. Se definirían siguiendo el criterio del espacio mínimo necesario y lograr albergar convenientemente a una familia de cuatro miembros en dos dormitorios junto a la habitación principal de estancia y los espacios auxiliares de baño y cocina.

En este planteamiento tendrían una referencia decisiva las ideas de los urbanistas británicos y sobre todo, del influyente libro de Ebenezer Howard publicado en 1902, Garden cities for tomorrow (Ciudades jardín para el futuro). Sin embargo, frente a la construcción de comunidades autosuficientes que preconizaba Howard, los arquitectos de Frankfurt propondrían urbanizaciones residenciales dispersas de menor tamaño apoyadas en algunos pequeños pueblos rurales preexistentes. En esos años, se construirían más de 25 de esos asentamientos de viviendas o Siedlungen. De entre 300 y 1200 viviendas. Entre ellos, destacan Westhausen, Praunheim, Höhenblick, Lindebaum y, sobre todo, Römerstadt; barrios que han sido un ejemplo para gran parte de la construcción de vivienda pública europea que se haría con posterioridad. En ese concepto de los arquitectos de Frankfurt, era esencial que la accesibilidad al trabajo y a las relaciones de consumo y ocio debieran quedar garantizadas complementariamente con la implantación de un eficiente sistema de transporte público basado en tranvías, los llamados Strassenbahn, que comunicarán las diferentes urbanizaciones con el centro y las otras partes de la ciudad ampliada.

De todas las Siedlungen de Frankfurt, el conjunto de 1200 viviendas denominado Römerstadt, sería el esfuerzo más valorado posteriormente como consecuencia de la calidad de los espacios públicos comunes, la interesante composición diseñada para la adaptación topográfica y el tratamiento singular de protección de sus bordes en contacto con el río. La Siedlung Römmerstadt, fue una de las últimas propuestas proyectadas bajo responsabilidad de May y Boehm, que se acabaría en 1935, años después de la sustitución del equipo político y técnico que implementaría este esfuerzo en aquella ciudad. La ordenación urbanística de Römmerstad se apoya en un diseño extremadamente racional que se adapta al terreno y, sobre todo, en un estudio muy profundo sobre las condiciones hidrográficas del río Nida. Debido a ello la solución de proyecto tiene muy en cuenta las recurrentes crecidas en el nivel del agua del río para la disposición de las casas y su colocación tras muros barrera y espacios de protección.

Vistas aéreas de la Siedlung Römerstadt

La composición del trazado urbano se estructura formando largas calles paralelas definidas por hileras de viviendas alineadas y enfrentadas que se ajustan a la disposición natural descendente de la topografía hacia el río. La urbanización se divide así en dos sectores claramente diferenciados por el trazado de una autovía perpendicular realizada posteriormente en terraplén superior, la actual Rosa Louxembourg Strasse. Esta división en dos grupos es consecuencia de las dos fases temporales en que se ejecutó su construcción.

El primer sector realizado al este del conjunto adopta un trazado más curvilíneo en su adaptación a las condiciones topográficas del lugar. El grupo de calles gira hacia el norte para embocar perpendicularmente hacia In der Römmerstadt, la vía que conecta el nuevo enclave con el territorio. Las largas manzanas en arco se trocean para evitar alineaciones de más de 15 viviendas seguidas, introduciéndose así pasos peatonales perpendiculares que acaban en plazas semicirculares, que actúan como miradores sobre los jardines y huertos próximos a la curva del río. La imagen final desde la ribera del río hacia arriba es la de una fortificación baja con torreones espaciados regularmente.

El segundo grupo más ortogonal se posiciona casi paralelo a la vía de acceso principal In der Römertadt y las hileras de viviendas de dos plantas se subdividen cada cierto tiempo para permitir integrar también pequeños espacios de encuentro a modo de plazas elevadas sobre el valle fluvial. Estos puntos sirven de escalonamiento en planta del desarrollo de las calles y se diseñan para evitar la monotonía de las largas líneas de casas. Aquellas hileras que se sitúan en posición inferior se protegen frente a las crecidas del río con una alta muralla que aterraza el terreno y da acceso mediante escalinatas a espacios ajardinados y de cultivo con alineaciones de árboles, situados en una posición en mayor contacto con la ribera del río.

En su centro a lo largo de la Adriaanstrasse, se sitúan los dos edificios singulares diseñados por H.C. Rudloff, que serpentean en arco conteniendo apartamentos y servicios comerciales en su planta baja. Constituyen las piezas de arquitectura más destacadas de todo el conjunto y que expresan con énfasis en el diseño semicircular de sus extremos esa voluntad formal renovadora.

La urbanización abarca una superficie de 47 hectáreas a lo largo de kilómetro y medio frente a la calle de acceso Im der Romerstadt. El conjunto tiene una baja densidad de viviendas, en torno a las 25 unidades por hectárea. Esta característica tiene que ver con la alta reserva de suelo necesaria para la defensa frente a las crecidas del agua.

El patrón de cada una de las viviendas más habituales en Römmerstadt corresponde a una construcción en dos plantas que cuentan todas con jardín formal delantero y patio huerto ajardinado trasero formando largas filas de adosamiento. La distribución interior responde a los estudios de vivienda mínima realizados por el equipo de May, con una proporción superficial entre 12 y 15 m2 por usuario y que se adapta con precisión a las ideas e indicaciones extraidas del Existenzminimum. Las cocinas fueron proyectadas por la arquitecta austriaca Grete Schütte Lihotsky de la que tanto se reivindica hoy su papel desde sectores feministas. Esos reducidos recintos se estudiaron siguiendo las propuestas para la estandarización funcional de Frederick Taylor para lograr el espacio mínimo necesario.

La escueta construcción de las viviendas fue altamente prefabricada y respondería formalmente a los criterios esencialistas de la llamada Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad). Un planteamiento estético que trata de despojar a la arquitectura de todos los aditamentos decorativos, dejando la edificación limpia de aditamentos decorativos, reducida a los espacios necesarios para un funcionamiento genérico: Esa tendencia artística genérica conduciría a una depuración sistemática de formas y volúmenes que se reducen así a un esquematismo abstracto de cubos y paralelepípedos.

Todo el proceso productivo, aunque fue ampliamente liderado políticamente en sus inicios desde la municipalidad, finalmente fue realizado mediante la constitución de cooperativas específicas que tuvieron la responsabilidad directa en el control y seguimiento de las operaciones constructivas. Todo ello, sobre la base de tutela y apoyo financiero ejercido desde el propio municipio. Después de más de ochenta años, Das Neue Frankfurt sigue sirviendo de ejemplo de autoorganización colectiva y de inspiración sobre como acometer las necesidades actuales en esta materia.

Más información:
Ernst May (1886-1970) New cities in three continents. Deutsches Architecture Museum

Planos:

Diseño del Flächeverteilungs Plan con la localización de las 25 Sielungen realizadas (en rojo el emplazamiento al norte de la Siedlung Römerstadt)

Ordenación general del conjunto en la actualidad