Steven Holl
Mannerheimitie. Helsinki, Finlandia. 1998
El Museo de arte contemporáneo de Helsinki, más conocido como Kiasma, es el resultado de un concurso internacional de diseño arquitectónico celebrado el año 1992. En un principio, la convocatoria fue pensada para arquitectos de los países bálticos y de Escandinavia a los que se sumaron posteriormente cinco arquitectos de prestigio internacional.
Steven Holl con su propuesta Chiasma, resultó ser el ganador de entre más de 500 proyectos.
El edificio de unos 12 000 m2 se terminó de construir en el año 1998 y en un principio, su función principal era ser la sede de la Galería Nacional Finlandesa y, con ello, ser una entidad que reforzará el arte contemporáneo del país.
El museo se localiza en la Avenida Mannerheimitie en pleno centro de la capital, en un enclave de vital importancia ya que se encuentra circundado de grandes referencias de la cultura finlandesa, al oeste limita con el edificio del Parlamento, al este con la estación de trenes de Eliel Saarinen y al norte con el Hall Center de Alvar Aalto. Además, el solar con un marcada geometría triangular que se abre hacia la bahía de Töölo, posee la sugerente cualidad de encontrarse en el lugar de confluencia de distintas tramas urbanas, característica que el arquitecto aprovecha de manera brillante para la configuración formal de la propuesta. Entre una de sus virtudes se encuentra la capacidad que posee el edificio para conectar el centro de la capital con el núcleo costero de Töölo, que en palabras de Alvar Aalto “en un día claro se extiende hasta la Laponia”.
El concepto de Kiasma que propone Holl se interpreta como una masa construida que se entrelaza con la geometría de la ciudad y el paisaje. Y que, como resultado, genera una forma_línea cultural implícita, de directriz curva que conecta el edificio con el Hall de Finlandia, encontrándose al mismo tiempo con otra línea natural que es la del paisaje.
Con clara determinación el arquitecto valora, por encima de todo, la condición de edificio destinado a obras de artes, de manera que interiormente la obra se concibe para generar un lenguaje de silencio que se manifiesta en los acabados muy neutros y limpios. Una arquitectura que se configura a través de grandes muros blancos y gruesos y un suelo continuo de hormigón pulido gris oscuro, que persigue que la obra de arte ocupe el vacío y sea la verdadera protagonista.
Sin embargo, y esta es otra de las grandes virtudes de esta obra, y una constante en la obra de Steven Holl, es el gran contraste entre la racionalización de los acabados interiores y la gran variedad de experiencias espaciales de las que se puede disfrutar recorriendo este edificio. Desde el gran vestíbulo de entrada, en forma de gran cuña y concebido como un gran vacío que articula y vértebra la organización del centro, pasando por su gran rampa que parece perderse en la unión de las dos geometrías que conforman la propuesta , para a continuación establecer una especie de galería_secuencia de salas expositivas, una serie de espacios silenciosos pero al mismo tiempo muy dinámicos que se diferencian unos de otros por su irregularidad y tratamiento de la luz natural.
El arquitecto en esta obra, resuelve con maestría uno de los grandes problemas de los espacios museísticos, la imposibilidad de integrar la luz natural en las salas de niveles inferiores. Lo que obliga al empleo únicamente de la luz artificial. Una de las características singulares de esta ciudad septentrional es la horizontalidad de la luz, la sección curva del edificio y sus ligeras variaciones en su forma y tamaño permiten la entrada de luz natural en todo el recinto.
El Kiasma no estuvo exento de polémica y de numerosas críticas, antes y durante la construcción del mismo, ya que su localización y las características del solar no convencía a muchos,. Además, se creía que la imagen tan particular y rotunda del edificio podría ser negativa para el entorno próximo. La decisión del jurado de escoger el proyecto del Steven Holl, antes que un proyecto de un arquitecto local, también levantó mucha polémica. Con el paso de los años, su uso y disfrute público le ha dado la razón a la propuesta ganadora, punto de referencia de la ciudad. Sin lugar a dudas, es uno de los mejores proyectos del arquitecto americano, en el cual se manifiesta con gran potencia su particular concepción de la arquitectura.
Más información: http://www.kiasma.fi/