Arquitectura, Architecture, Urbanismo, Urbanism, Planning, Paisajismo, Landscape, Diseño, Design

Broadacre City

Frank Lloyd Wright
Estados Unidos, 1935

Proyecto Cloverleaf de viviendas usonianas. Pittsfield, Massachussets. Frank lloyd Wright, 1942

Esta utopía antiurbanística es una condensación de las ideas que propondría Wright como concepto para el futuro territorial de Norteamérica. Es una concepción que se contrapone a las recomendaciones de la Carta de Atenas, el manifiesto promocionado por los Congreso Internacionales de Arquitectura Moderna y que consideraba un error detestable. Frente a la concentración de la población en las ciudades, el arquitecto americano propondría una suerte de ruralización extensiva en la que cada familia dispusiera de una porción amplía de suelo, alrededor de un acre o 4.000 m2.

Maqueta general realizada para Broadacre, 1935

Las ideas para la renovación de las ciudades del gran maestro de la arquitectura estadounidense se concretaron en los años posteriores al inicio de la Gran Depresión, casi como una reacción a las grandes lacras ocurridas entonces y que atribuía a las grandes concentraciones urbanas. En 1932, publicaría La ciudad que desaparece, un texto que incluye sus conceptos sobre una posible reorganización del territorio americano y un esbozo de lo que luego sería el proyecto de Broadacre City. Un texto que reescribiría recurrentemente, y del que haría una primera revisión en 1945 bajo el título When democracy builds (Cuando la democracia construye). Volvería sobre la misma cuestión ya en los años finales de su vida, en 1958, con una tercera descripción del proyecto territorial imaginado que denominaría The living city (La ciudad viviente).

Perspectiva de Broadacre desde una de las torres de vivienda. En primer termino, un “aerotor”.

Frente a los modos de vida usuales por entonces, en Broadacre, el controvertido arquitecto propondría una especie de retroutopía de corte neotecnológico, inspirado por las imágenes espaciales generadas por los propagandistas de la popular ciencia ficción. Sería un proyecto claramente en contraposición a lo urbano y que se inspiraría también en una vuelta a los usos agrarios de una Arcadia supuestamente feliz e idealizada. Wright imaginó la disolución de las ciudades en un territorio igualitario cruzado por inmensas vías sin intersecciones a nivel, por las que circularían numerosos vehículos a motor. Y donde además, habría “aerotores”, pequeñas naves individuales para el movimiento personal que surcarían los aires. Esa forma de entender el acceso al espacio era probablemente una consecuencia de su pasión por los vehículos descapotables de los que era un conspicuo consumidor desde los años 20.

Para el proceso de conceptualización de estas ideas, Wright se apoyaría en la financiación desinteresada que le suministró su amigo y filántropo, Edgar J. Kaufmann, disponiendo también del soporte del grupo de trabajo que había articulado alrededor de la llamada Taliesin Fellowship. La conceptualización final dio origen a una serie de exposiciones que recorrieron los Estados Unidos en la década de los treinta, formando parte de la Industrial Arts Exposition, teniendo lugar la primera en abril de 1935 en el Rockefeller Center de Nueva York. Resulta curioso que una utopía conceptual que proponía esencialmente la disolución de las ciudades en el paisaje extenso se exhibiera inicialmente en la urbe más congestionada del momento.

Los vehículos terrestres imaginados por Frank Lloyd Wright para Broadacre

Tal como lo describe Russell Hitchcock, en su ensayo sobre la obra de Wright, el proyecto Broadacre es una representación de una ciudad ideal, cuya divulgación se apoya en una maqueta tridimensional a escala que engloba un condado tipo de cuatro millas cuadradas o 6,5 km2 y en la que se organizaría la vida de 1.400 familias. En ese espacio territorial hipotético se dispondría una ordenación general conjunta en la que se inscriben piezas que representan a edificios proyectados por el propio arquitecto. La idea se complementa con numerosos dibujos a partir de la descripción previa ensayada en The disappearing city. Todo ello representativo de la ordenación del transporte previsto, las arquitecturas adecuadas y la forma de vida que se propone. Allí se incorporaban numerosas ideas formales que darían origen posteriormente a proyectos y edificios concretos que realizaría el arquitecto. Es el caso en la arquitectura residencial como las que se refieren al concepto de viviendas unifamiliares asequibles denominadas Usonianas. O los proyectos de viviendas agrupadas en altura como la torre de Saint Mark de 1929, de la que llegaría a construirse una versión en Pittsburg en 1953. Y también otras propuestas de investigación formal como la que luego se concretaría en el proyecto denominado The Illinois Tower de 1956.

La idea territorial incluía también estrategias para la inserción de fábricas descentralizadas y estructuras productivas de carácter primario como las unidades agrícolas prefabricadas, proyectadas para Walter Davidson en 1932. Todo ello interrelacionado con aerodinámicos mercados, centros de servicio colectivo y gasolineras para el repostaje de los estetizados vehículos terrestres y las aeronaves imaginadas por el equipo de la Taliesin Fellowship bajo la supervisión del maestro.

Según las recomendaciones wrightianas -en una suerte de enfoque casi anarquista- no habría posesión del suelo, solo cesiones temporales, sin caseros ni alquileres. Aquella visión anticomunitaria proscribía los ferrocarriles y los tranvías al igual que las verjas y las vallas delimitadoras de la inexistente propiedad. En esa conceptualización ruralista, los edificios altos serían una excepción y deberían estar siempre insertos en grandes parques comunales, casi como contrapuntos formales a un paisaje extensivo sensiblemente horizontalizado.

Vista de un agromercado de la ciudad de Broadacre. En primer termino, cruce viarioa distinto nivel. Al fondo la gran torre central.

Formalización diseñada para los cruces de vías

Se trataba de promover una vuelta a estadios civilizatorios más enraizados con lo pastoral y la naturaleza salvaje. Frente a las utopías urbanísticas racionales de corte europeo, centradas en la mejora de las condiciones de vida de las masas en las ciudades, la visión americana tendría un carácter más romántico de retorno a un pasado más feliz ligado de alguna manera al paisaje virgen. Frank Lloyd Wright, siguiendo a los románticos americanos como Emerson, Whitman y Thoreau, preconizaba el ideal de un individualismo enraizado en una ruralización extensiva del espacio territorial. Era el resultado de una adaptación al sentimiento mayoritario de los estadounidenses de entonces: una ideología panteísta a la búsqueda de un progreso indefinido imbricado en la Naturaleza con mayúsculas. Wright recurrió para expresar estas ideas de progreso también a la parafernalia visual a las formas y prototipos que ensayaban entonces diversos autores del género novelístico de la ciencia ficción. Todo un movimiento que intentaba imaginar una anticipación radical del modo de vida en los años venideros. Junto a viajes a la Luna y a Marte, muchos intentaban concebir las maravillas del mañana con un optimismo confiado en el progreso indefinido y global de la humanidad lo que tendría su máxima expresión en las exposiciones universales celebradas entonces.

Detalle del estadio principal de la ciudad

Sección del reparto territorial para viviendas-granja

Y con Broadacre, Wright trataba de ayudar a formalizar una suerte de colonización territorial específica para su país. Sorprendentemente, coincidiría bastante con lo que luego ocurriría en los Estados Unidos: la suburbanización extensiva de las ciudades y el abandono progresivo de sus centros consolidados, propiciado por la construcción de una extensa red de autopistas desde la Administración Federal que se produciría a mediados del siglo XX.

De alguna manera, aquellas ideas acabarían imponiéndose masivamente de una manera no planificada en el continente norteamericano. Y es que los conceptos de Wright coincidirían bastante con el pensamiento y la ideología de aquella sociedad de pioneros de hace casi una centena de años; lo que luego acabaría configurando la forma de vida preponderante en los Estados Unidos, a lo largo de gran parte de las últimas décadas.

Más información:
Broadacre city. Media Art Architecture
The disappearing city. Relación de libros asociados a Broadacre City
Broadacre City. La ciudad radical. 09/05/2009

Broadacre city. Esquema general de la organización urbanística

Perspectiva interior de una de las unidades de vivienda Cloverleaf. Frank Lloyd Wright, arquitecto

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