El juego de los cristales sobrepuestos a la fábrica original en el Museo Hedmark. Foto: Peter Guthrie
El Museo Hedmark de Hammar es una obra excepcional del Premio Pritzker noruego Sverre Fehn que se realiza desde el respeto a lo encontrado. El proyecto plantea la recuperación de las ruinas de una antigua casa fortaleza construida por un obispo local en el siglo XII. La nueva adición museística se inserta en ese cascarón sin apenas tocar los restos heredados como un intruso que viene a turbar el sueño de un espacio abandonado durante siglos.
Es el propio arquitecto quien explica las razones profundas de esta obra museística. Para presentar su trabajo escribiría en 1982 lo siguiente en la revista Byggekunst:
Un museo es la danza de las “cosas muertas” in el que el artefacto y su relación con el movimiento humano es lo que es importante –como oposición a la arquitectura en que el ser humano juega el rol principal y el artefacto es secundario.
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