Una arquitectura de burbujas y caja

Maqueta explicativa de la propuesta espacial. Carlos Arroyo, 2008

In 2008 el equipo del arquitecto madrileño Carlos Arroyo ganaba un concurso para albergar las oficinas del Ayuntamiento y Centro Cívico de la ciudad belga de Oostkamp. Cuatro años más tarde la rehabilitación exigida por la entidad convocante, estaría terminada. El curioso edificio resultante ofrece una combinación espacial de esferas de vacío dentro de una caja.

El equipo del autor del proyecto propondría una sugerente composición formal, en la que una parte del volumen se llena de burbujas de aire que se delimitan con una lámina continua y curvada siguiendo las directrices esféricas escogidas.

Se trataba de reutilizar una antigua y anodina caja industrial -un volumen dedicado a la fabricación de bebidas espumosas- para darle una nueva utilidad representativa al servicio de ese municipio de Bélgica. La estrategia proyectual para el tratamiento exterior se basa simplemente en dar un matiz de color azul que unifique la piel exterior y tratar de lograr así una menor presencia volumétrica en el paisaje próximo.

Mientras, en los espacios más representativos y públicos, se plantea una agregación de cúpulas a la manera de burbujas espaciales que generan un panorama muy sugerente. En ese interior, además, se inscribe un sistema de volúmenes modulares de base rectangular organizados en estrella destinado a permitir encuentros más privadas así como tareas administrativas. Otras zonas del edificio tienen una configuración más convencional y sirven tanto para albergar oficinas funcionales como almacenes y servicios del Ayuntamiento.

La intersección entre la piel azulada exterior y las burbujas interiores produce la forma de los huecos por los que el paisaje circundante se percibe desde el recinto funcional reformado. La mayoría de los materiales elegidos plantean la reutilización de elementos desechados y el reciclaje El sistema constructivo para generar el techo interior es bastante peculiar y se basa en globos esféricos sobre los que se vierte una fina lámina de solo 7 cms. de hormigón reforzado con fibra de vidrio.

Con el paso del tiempo, y este proyecto es un ejemplo de ello, se constata la deriva de la arquitectura más reciente hacia la realización de escenografías espaciales en las que los contenedores poco tienen que ver con los artilugios espaciales que quieren realizarse. Las nuevas arquitecturas tratan de obviar la tradicional e histórica integración entre forma, funcionalidad y estructura. Aquella tectónica -a la que hacía referencia Kenneth Framptom- en la que lo importante es el cuidado diseño de las juntas. Habrá que ver como resiste este edificio el transcurso de los años.

El siguiente video ofrece un recorrido por el edificio que permite percibir las peculiaridades de su arquitectura acompañados por el propio arquitecto caracterizado con su habitual camisa verde.