Detalle del Mirador del Trollstigen. Geiranger. Reiulf Ramstad, 2005
Noruega es un país que cuenta con una de las geografías más espectaculares del mundo. En sí mismos, los fiordos, las islas próximas a la costa y sus paisajes interiores llenos de vida natural son un atractivo turístico excepcional e irrepetible. Pero, además, los noruegos han decidido mejorar esa experiencia paisajística añadiendo una serie de piezas de arquitectura que demuestran la inteligencia y desarrollo cultural de los nórdicos.
Pasarela de acceso al Memorial Steineset. Vardø, Finnmark. Louise Bourgeois y Peter Zumthor, 2011
Visitar durante el verano Escandinavia puede ser una actividad altamente gratificante para todos aquellos que aman la belleza de los espacios naturales y vírgenes. En el caso de Noruega, es posible encontrar lugares altamente preservados en un paisaje montañoso y litoral que es el resultado de la contracción geológica de la tierra en esa península; un espacio geográfico que tiene numerosas y profundas penetraciones costeras que se adentran kilómetros tierra adentro, los conocidos fiordos. La acción de los glaciares y la erosión del agua han generado unos sitios espectaculares caracterizados por imponentes masas graníticas en las que predomina una naturaleza virgen acumulada a lo largo de milenios. Однако, la dureza del clima ha supuesto que Noruega se haya poblado escasamente, hasta alcanzar los cinco millones de habitantes actuales sobre una superficie de 385.000 km2, una bajísima densidad de poblacional de doce habitantes por kilómetro cuadrado.
Finalmente, la existencia de vastas extensiones de campos petrolíferos y gasísticos en sus costas, administrados de manera eficiente por el estado, ha hecho que Noruega sea también un paraíso social para sus escasos habitantes. Una consecuencia de lo anterior es el alto nivel de desarrollo alcanzado por su sociedad y cultura. Y como parte de ella, la arquitectura que se hace en Noruega ha logrado en nuestros días una gran calidad estética, formal y constructiva. Expresión de esto último es que un país tan pequeño haya contado durante el siglo XX con arquitectos tan dotados como Сверре Фен -que obtendría el Premio Pritzker en 1997- o Arne Korsmo y Christian Norberg-Schulz, eminentes maestros de toda una generación de arquitectos escandinavos.
Gamle Strynefjellsvegen. Carretera de montaña que se despliega por el típico paisaje noruego: Norge Tourist
Un ejemplo último de estas capacidades colectivas es el programa de actuaciones paisajísticas que se ha realizado bajo el nombre de Nasjonale Turistveger, a iniciativa de la oficina de turismo del país nórdico. Sus responsables han considerado algunas carreteras del país como un recurso turístico de primer orden a estudiar y mejorar. En consecuencia, han seleccionado una serie de enclaves en rutas espectaculares para colocar piezas de arquitectura paisajística especialmente diseñadas por destacados arquitectos locales y extranjeros. Un ejemplo preeminente de ello es el magnífico Memorial Steilneset en Vardø, en el Finnmark, el extremo más septentrional del país, diseñado conjuntamente por la escultora francesa Louise Bourgeois y el arquitecto suizo Peter Zumthor.
В 2005, se comienza ese programa que se dilatará 15 años hasta la segunda década del nuevo siglo. Se plantea con el objetivo de generar más turismo sobre la base de acrecentar el atractivo natural y mejorar las experiencias personales en la contemplación del paisaje, generando recintos abiertos y arquitecturas que incrementen el disfrute de los visitantes. El esfuerzo se despliega a lo largo de toda la extensa geografía costera de Noruega desde la pequeña localidad sureña de Jaeren hasta Varanger y Kirkenes en el extremo Norte, junto al mar de Barents.
Las obras que se han ido incluyendo en este programa de rutas turísticas ha permitido conocer a toda una generación de jóvenes arquitectos noruegos especialmente dotados. Un grupo de brillantes profesionales que han desarrollado un conjunto de trabajos de una gran sensibilidad con el territorio en que se insertan.
Una representación de los mismos estaría encabezada por el equipo Jensen y Skodvin y el arquitecto Rieulf Ramstad que han proyectado algunos miradores, cafeterías y pequeños hotelitos incluidos en el programa del Nasjonale Turistveger.
Centro de Visitantes, Hotel y Restaurante en Gudbrandsjuvet, Alesund. Jensen y Skodvin, 2007. Фото: Dullum, Flickr
A lo largo de varios años, los arquitectos Jensen y Skodvin han desarrollado el proyecto de Centro de Visitantes en el Gudbrandsjuvet, cercano a la pequeña ciudad portuaria de Alesund y que se ha terminado en 2010. Allí, han experimentado con diversas estrategias para respetar un lugar caracterizado por la presencia de un pequeño curso de agua y un bosque de densidad irregular. Su planteamiento de proyecto ha consistido en generar diversas formas geométricas irregulares que se van adaptando a los elementos naturales presentes. El edificio principal de una planta adopta una configuración de prisma poliédrico de vértices agudos que va encajando con exquisito cuidado entre las superficies rocosas y los árboles. Una pequeña plataforma de contemplación se sobre eleva sutilmente sobre el terreno y adopta un contorno perimetral curvo que va insertándose con extremo control entre los árboles existentes. Al conjunto se accede a través de una pasarela que se despliega en zigzag y que va introduciendo al viajero en un espacio caracterizado por el sonido del viento entre los árboles y el murmullo del agua.
El Centro de Visitantes de Gudbrandsjuvet en construcción
Planta del emplazamiento del conjunto
Módulo de habitaciones en el hotel para visitantes en Gudbrandsjuvet
En el Mirador en el Trollstigen (la impresionante ruta de los Trolls, junto al fiordo de Geiranger) otro interesante arquitecto Reiulf Ramstad ha generado junto a su equipo una sutil pieza de acero corten y hormigón. La pasarela de acceso al mirador de un centenar de escalones va llevando a los usuarios a través de un sobrecogedor acantilado descendente cubierto de cascadas y pequeños cursos de agua. El recinto final se apoya levemente sobre el macizo de piedra granítica, señalando en su extremo una serie de vistas privilegiadas al eventual visitante.
Mirador del Trollstigen. Geiranger. Reiulf Ramstad,2005. Фото: diephotodesigner
Lars Berge ha insertado en Vedahaugane, en el Laerdal cercano a la ciudad sureña de Bergen, una pequeña zona de descanso que presenta al automovilista el inicio de un sencillo recorrido sobrepuesto al territorio. La pasarela de hormigón se levanta ligeramente sobre el terreno y adopta un trazado serpenteante de arcos circulares que se adapta como un guante a la suave topografía del paisaje de la zona. En determinados puntos se añade un banco también curvo que sigue la misma directriz en arco e invita al viajero a sentarse a contemplar el magnífico y desolado paisaje de bosques y montañas nevadas en el horizonte.
La actuación de Vedahaugane prevista por Berge es totalmente reversible y puede eliminarse en cualquier momento sin que el espacio preexistente mantenga huellas de lo que se añadido. Todo tiene casi un carácter provisional. En el punto final del recorrido se ha añadido dentro de una pequeña caverna excavada la obra Den del artista americano Mark Dion, una crítica a la constante acumulación de basuras que caracteriza a la civilización contemporánea.
Área de descanso en Vedahaugane. Lars Berge, 2012
Otros arquitectos noruegos están interviniendo en este programa, como los ya más conocidos Snøhetta. Una oficina de arquitectura de Oslo que ha tenido una amplío reconocimiento internacional desde que ganaran el concurso para la nueva biblioteca de Alejandría en 1988.
El equipo Snøhetta ha realizado un curioso pabellón íntegramente construido en cristal y madera esculpida, destinado a la contemplación de las manadas de renos salvajes y los bisontes negros peculiares del lugar. La pequeña construcción de 75 m2 se sitúa en Dovre, en el Parque Nacional de Rondane, un remoto y desértico enclave de la planicie central del país. La formalización del edificio como una caja rectangular acristalada, en uno de sus lados y en la que se excava un volumen de superficies curvadas, es muy expresivo de la materialidad de la madera. El conjunto interior se ha construido con bloques macizos de madera de pino cuya forma se extrae de un proceso robotizado de corte. Probablemente, ese espacio permitirá experimentar el intenso aroma del material predominante así como las peculiaridades de su origen orgánico.
No obstante, esta nómina de arquitectos noruegos contemporáneos tiene muchos más representantes de los que se han reflejado otras obras aquí en el pasado, como los equipos Tyin Tegnestue y 70ºN Arkitektur. Los primeros realizan un esfuerzo destacable por realizar una arquitectura adaptada a las realidades de remotos países, indagando en las técnicas y capacidades tecnológicas disponibles. Mientras los segundos tratan de establecer una relación romántica con los desolados paisajes del norte, siendo especialmente memorable su conjunto de intervenciones en las lejanas islas Lofoten.
Ante este tipo de arquitecturas y diseños paisajísticos surge la idea fenomenológica de lo háptico tan en boga desde que la divulgara en sus obras y escritos el arquitecto americano Steven Holl. Un esfuerzo por evidenciar el carácter sensual de los materiales y los lugares para estimular la percepción sensorial de los usuarios. El valor de los sonidos, el olor y las percepciones táctiles y visuales adquiere una importancia decisiva para la conformación de estas arquitecturas sutiles en sus referencias.
Frente a planteamientos más conservadores de otros países respecto a los venerados espacios naturales, los noruegos han apostado por una estrategia de intervención radical que añade actividad y riqueza perceptiva, a unos lugares ya maravillosos de por sí. Тем самым, generan valor añadido y, en última instancia, economía a una nación ya beneficiaria de un patrimonio natural de cuantía incalculable.
Interior del Pabellón de Dovre. Snøhetta . Фото: Ketil Jacobsen
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