Sagrario de la ermita de San Juan Bautista. La Frontera, El Hierro. Alejandro Beautell, 2013. Photos: Efraín Pinto.
Alejandro Beautell ha terminado una ínfima pieza de arquitectura en la remota isla del Hierro. Es una obra de un extraordinario lirismo que, a pesar de su extrema escasez y austeridad, aporta una intensa emoción. Una joya de concentración arquitectónica.
Casi podríamos deducir que, en su universalidad, el pensamiento de Beautell es consecuente con los difíciles tiempos que nos ha tocado vivir. En raison de cette, parecería que su pequeño edificio hace un voto de pobreza edificatoria atendiendo a las enormes dificultades que padece el conjunto de la población en el mundo.
Et, cependant, en ese espacio de condensación es capaz de inducir una sublime poesía que se extrae de unos volúmenes y materiales ásperos y sencillos: Sus escasos gestos formales nos remiten a una vasta cultura venerable que permite vislumbrar lo sagrado desde la perspectiva del cristianismo. La explicitación de ese misterio que, como el mismo señala, es la misión arquitectónica primordial de los templos. En su insignificancia este trabajo logra con creces conectarnos con la vastedad del universo en que estamos inmersos.
Pero para entender esta obra en toda su profundidad, nada mejor que acudir a las propias palabras del arquitecto.
La ermita de San Juan Bautista en la isla del Hierro
PorAlejandro Beautell
Esta es una ermita diferente, es, si se quiere, una construcción dura, áspera… sin concesiones a la ornamentación, es una obra que se muestra casi desnuda. Cuando algo es diferente, tendemos, en un primer momento, a rechazarlo. Podríamos preguntarnos porqué no se parece a otras ermitas que todos conocemos…
Decía San Agustín que “la belleza es el esplendor de la verdad”, por lo tanto, sin verdad no puede haber belleza. Con estas palabras, San Agustín no se refería a la belleza fácil y cómoda, a la belleza epidérmica, la que se queda en la superficie, sino a esa otra belleza más compleja y sutil, la que nos obliga a mirar de una manera diferente, la que surge de las cosas verdaderas.
Por ese motivo esta ermita no imita a las ermitas del s. XVII, que son bellas sí, pero porque son verdaderas y se levantaron con el arte y la técnica de aquel momento (grandes muros de piedra y barro, techumbres de madera de tea cubiertas de teja árabe). Pero al levantar una nueva iglesia hoy, la imitación de aquel pasado, no tiene sentido, no dejaría de ser eso, una imitación… una falsedad.
San Juan Bautista, era un hombre sobrio y austero, el propio Jesús lo contrapuso a quienes “están en los palacios reales y visten finos ropajes”.El Bautista es “la voz que clama en el desierto”, recordándonos que debemos escoger la sobriedad como modo de vida. Esta humilde ermita que lleva su nombre, clama también contra los excesos del pasado, demostrando que un nuevo arte sacro es posible.
La edificación proyectada se adapta a la forma de la parcela, como resultado de esta adaptación geométrica se obtiene un triángulo desigual o escaleno. Así pues, la ermita se proyecta como un único volumen de forma triangular en proyección horizontal, con acceso desde el lado opuesto al ángulo más agudo del triángulo. De esta manera, el espacio se va estrechando en planta, y elevando en altura, conforme nos vamos acercando al altar (del latín altare, de altus “elevación”), que se constituye como elemento principal del templo.
A la entrada, en los pies de la ermita, se dispone la pila bautismal rodeada de un espacio libre de bancos, destinado a la celebración de este sacramento. Este espacio permitirá también albergar a fieles en pié durante las celebraciones más populosas. A continuación, se ubica la asamblea, distribuída en cuatro bancos monolíticos que nacen de la pared del Evangelio. El presbiterio se eleva sobre una plataforma de dos peldaños iluminada natural y lateralmente por un hueco, resultado de desfasar la pared dela Epístola. Endicha pared se proyecta un Vía Crucis compuesto por 14 cruces rehundidas en el hormigón. En el eje del presbiterio, y en posición dominante, se sitúa el altar y a su izquierda, a un nivel más bajo, el ambón. El sagrario se dispone en el fondo, alineado con el altar y encastrado en una hendidura que, a modo de cruz tallada en el hormigón, se eleva buscandola vertical. Eneste punto se produce una importante entrada de luz cenital que cualifica el espacio resultante.
A nivel material, la construcción resulta de gran austeridad, la sencillez de los materiales utilizados y el empleo de recursos tales como la iluminación natural, dotan a la edificación de un carácter ascético que busca lo esencial.
Siguiendo esta línea, el hormigón visto, en contraste con los enfoscados rugosos acabados a la tiroliana (a base del machaqueo de piedras volcánicas), junto a la interacción de la luz sobre éstos, constituyen la materialidad del proyecto. Así pues, se prescribe hormigón fratasado para el pavimento de la nave, hormigón lavado para el volumen del presbiterio, y hormigones abujardados en bruto para el fondo del altar o retablo y la pared de la Epístola; el abujardado será más ligero en las piezas que conforman el altar y el ambón. La puerta se materializará en estructura de acero oculta bajo chapas del mismo material con amplios tiradores cruciformes también de acero para pintar.
El programa de necesidades de una ermita, no es otro que la liturgia, facilitar la celebración del Sacramento de la Eucaristía, y la mejor manera de hacerlo, a mi juicio, es potenciando el Misterio.
El triángulo o trígono es un polígono determinado por tres vértices que en la tradición cristiana simboliza el Misterio dela Santísima Trinidad-un solo Dios en tres personas distintas- cada uno de los vértices es parte del mismo triángulo, representando el Misterio de Dios en Sí mismo: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Así pues el triángulo se convierte en leit motiv del proyecto. El altar se situará en el ángulo más agudo del mismo y su bisectriz constituirá el eje principal del templo. Dicho eje recorrerá los distintos estadios de la vida de un cristiano, comenzando por el bautismo, pasando a formar parte de la asamblea y finalizando en la comunión del banquete celestial. Así pues, la pila bautismal, el altar, el sagrario y la cruz, se encuentran alineadas, como metáfora de la línea de la vida.
El Altar se sitúa en el ángulo más agudo del triángulo y su bisectriz constituye el eje principal del templo. Todos los elementos del templo, la pila bautismal, los bancos, el altar, la cruz y el sagrario se disponen alineados con respecto a este eje. Existe un punto, fuera de la ermita desde donde confluyen todas las líneas del edificio. Es una metáfora de la línea de la vida de un cristiano: el bautismo, la asamblea y finalmente la comunión del banquete celestial, representado en el punto más alto donde se derrama la luz cenital, sobre el presbiterio.
Se pretende favorecer el encuentro con el Misterio, por eso el exterior nos incita a entrar para descubrirlo. Un espacio donde poder orar, introvertido, protegido del mundanal ruido. No hay muebles, ni distracciones, todo es masivo… como rocas de hormigón. Dentro sólo está la luz.
La luz dorada que se derrama sobre el presbiterio, hace que la ermita nunca sea igual, la percepción del espacio va cambiando conforme los rayos del sol inciden en ella.
Con los duros tiempos que corren, el presupuesto disponible era escaso y la austeridad no fue solo una convicción moral, fue una necesidad.
No teníamos oro, pero teníamos la luz, no teníamos mármol, pero el hormigón nos valía, no hay filigranas de yeso, pero el enfoscado tiroliano de picón nos sirve, tampoco encontrarán lámparas de cristal, pero cuando caiga la tarde, las bombillas nos iluminarán de la misma manera. A través del empleo de los recursos propios del arte, y desde una visión intencionadamente contemporánea, se ha buscado imprimir a la pieza un fuerte carácter de sencillez y verdad.
En savoir plus:
Saint John Baptist Chapel. Alejandro Beautell. Archdaily 09/08/2013
Un templo único de 77 metros cuadrados. La Opinión de Tenerife 09/09/2013
Beautell Arquitectos
Planos:
Enhorabuena por el premio !!! Es realmente fantastica esta ermita, una joya. Espero poder visitarla pronto. Un saludo !!!
¡Merecido lo tienen! Con lo difícil que están las cosas por aquí, Alejandro y sus colaboradores han logrado un edificio de gran intensidad poética.
Una pieza tan hermosa, solo puede surgir a partir de inspiración divina. Me rindo al compañero. Enhorabuena total.