Jeremy Blake, Adam Fuss, David Lachapelle, Julian Rosefeldt, Chris Verene, Miwa Yanagi y Shizuka Yokomizo son distintos fotógrafos que se han agrupado para presentar una visión común inspirada en el eclecticismo. El resultado ha sido una magnífica exposición en la galería Leyendecker de Santa Cruz de Tenerife.
Bajo el sello personal y afianzado del concepto de la diferencia como posibilidad, se establece la ausencia de un hilo conductor, una temática o una única intencionalidad. Aunque no se pretende una vía de anclaje o de conexión entre estos artistas, de tendencias divergentes, existe una vinculación evidente hacia la realidad incorporada a la esencial e indispensable mirada sobre el arte y su contexto.
Blake, “No Mirrors”. 2001. Cortesía de la Galería Leyendecker.
El eclecticismo generado ante la diversidad de la contemplación configura una amalgama visual de tránsito y dinamismo. Del arte digital de Jeremy Blake hasta el teatro visual de Miwa Yanagi, la exposición recorre una contemporaneidad distinta y diámica. La obra expuesta de Blake, “No Mirrors”, realizada en 2001, sea posiblemente y sin pretenderlo, la que en esta muestra, define la no necesidad de la continuidad o dela igualdad. Esta obra no necesita más reflejo que aquel que surge de la propia disposición de los planos y de la composición abstracta. El uso de una abstracción geométrica y de una iluminación, que defino como solar, penetran en la inquietante dualidad entre el equilibrio y la inestabilidad de la representación.
De lo digital y abstracto, a la naturaleza obsesiva de Adam Fuss, sustentada en el detalle. “Sín título (AF 11)”, realizada en 2003, representa una delicada crisálida. Una criatura de devoción, imponente sobre la negrura. El brillo y la textura, la nitidez y la escala intensifican una visión extremadamente atrayente, casi posesiva. Conocido como el fotógrafo de la técnica y el fotógrafo sin cámara, Fuss utiliza en este caso, el escaneado digital de la imagen para resaltar el elemento protagonista. Sus Crysalis Series no sólo representan la belleza sino también la dualidad, presencia/ausencia, y ante todo, lo que él mismo define como la no dependencia de una técnica en concreto.
Adam Fuss, “Sin título (AF 11)”. Crysalis series, 2003
Abstracción, naturaleza y el arte visual-dramático de David Lachapelle. En las dos obras expuestas- “The Kingdom come” y “Sermon”, realizadas ambas en 2009- se recuperan las estéticas renacentistas y barrocas. Provocando el teatro y la apariencia, se establece el estimulado e inevitable escenario. En medio de la neo-tramoya histórico artística, el iluminado y celestial Lachapelle se convierte en un manipulador de la naturalidad y un maestro del artificio. Una desnaturalización de la libre expresión y una bienvenida a la pose magnificente y perturbadora de los personajes más contemporáneos y dispares.
Del capricho de Lachapelle y su anti-espontaneidad, se penetra en el mundo de Julian Rosefeldt entre paisajes de melancólica y salvaje historia. “American Nights III” y “American Nights VI” realizadas en 2009, representan el mito del hombre frente a la naturaleza, la estética de lo errante y el paisaje como escenario. Una temática romántica con una relectura contemporánea que cambia por completo la visión de los símbolos sustentados en pilares cuestionables. Ambas panorámicas son fruto de su instalación con cinco vídeos filmados en el sur de España y las Islas Canarias con esta misma línea legendaria y tópica.
David Lachapelle, “The Kigndom come”. 2009
La teatralidad también se redescubre en Miwa Yanagi. A través de lo tétrico, terrible, perturbador y extraño, crea un estado inaudito en su propia vivienda. Este espacio se transforma en una trama en la que la vejez y la juventud, la pérdida de la realidad y la iconografía del ideario más profundo, penetran como una estaca en la comprensión del medio fotográfico. Su relectura de los cuentos occidentales y de la violencia implícita en los mismos, es el objetivo primordial de obras como “Rapunzel” o “Erendira”, ambas de 2004. La perplejidad del escenario y la turbulencia aterradora de lo estático, elimina cualquier inocente apreciación sobre estos relatos.
Julian Rosefeldt, “American Night III”, 2009
La intimidad pero también la intromisión del colectivo, conforman la obra de Shizuki Yokomizo en la serie “All (C)” de 2008. Besos como firmas y genética como prueba. Sobre los cuerpos de las mujeres, prostitutas y sexo, se componen de un haz cálido y oscuro de voyeur. Tras negociar con ellas un precio para que puedan ser fotografiadas, la artista muestra la carne como elemento de intercambio con la sociedad pero también con ella misma, que participa de un trueque entre creación y testimonio. Una triada se establece entre artista, protagonista y público y una creación devorada por la curiosidad.
Del teatro de Lachapelle y del misterio de la soledad de Rosefeldt, surge la memoria de Chris Verene. Utilizando la pureza del retrato directo, toma instantáneas a su familia y amigos a través de la dignificación de los habitantes y sus costumbres. Verene, utiliza los títulos para otorgar protagonismo y situar el recuerdo y la vivencia como parte inherente a una fotografía compleja en la percepción del individuo y el grupo, como en su natural e informal “Crystal and Barchetta at the housing project” de 2006. Simplemente lo que ve es lo que representa: el instante infinito del cotidiano.
Abstracción, digitalización, naturaleza, teatro y perturbación, sexo y testimonio, identidad y hogar. Un mismo mundo basado en la percepción individual, en lo ecléctico como un valor intensificado ante una inevitable mélange.
Las fotografías de Jeremy Blake, Adam Fuss, David Lachapelle, Julian Rosefeldt, Chris Verene, Miwa Yanagi y Shizuka Yokomizo, han inaugurado una nueva muestra organizada por la Galería Leyendeckerde Santa Cruz de Tenerife.
Más Información:
Galería leyendecker. Santa Cruz de Tenerife
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