Fernando Menis construyendo la maqueta para su propuesta Hatching. Pabellón de Marruecos, Venice Beinnale. 2014
Dos arquitectos canarios han participado este año en la actual edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia. Esta vez el comisario general de la muestra ha sido el holandés Rem Koohaas que ha planteado esa exposición de exposiciones bajo el lema de Fundamentals.
De alguna manera, ha querido reorientar la discusión sobre los problemas actuales de la arquitectura hacia las cuestiones esenciales de la disciplina, evitando las derivas espectaculares a las cuales nos tenía acostumbrados este evento en ediciones anteriores.
Detalle de la textura interior de la ermita de San Juan Bautista en El Hierro. Alejandro Beautell, 2013
Fernando Menis y Alejandro Beautell son arquitectos canarios que tienen una trayectoria muy diferente. Mientras el primero ha alcanzado ya un prestigio internacional muy consolidado -que se deriva de un brillante conjunto de obras realizadas durante los últimos treinta años, el segundo es un arquitecto más joven que ha surgido en las islas en plena crisis del sector de la construcción y en un momento en que la profesión casi ha desaparecido.
Menis ha presentado en Venecia una idea poética sobre como configurar una nueva ciudad desde la nada en pleno desierto. Su propuesta para la Bienal de 2014 se denomina como Hatching o el origen. Se trata de un concepto para la eclosión en uno de los territorios más inhóspitos de la tierra, el desierto del Sahara, de una pequeña ordenación urbana a modo de roca abstracta modelada por el viento.
Esquemas explicativos de la idea de ciudad Hatching. Fernando Menis Architecture, 2014
Su idea se condensa en una pequeña maqueta hecha artesanalmente, directamente con sus propias manos y la ayuda de sus colaboradores, que se engloba dentro del pabellón del reino de Marruecos. Según sus propias explicaciones el concepto para Hatching se relaciona con una simbiosis entre la energía natural y la manipulación de la forma.
La nueva ciudad así concebida sería como una máquina que produce vida a través de una serie de estrategias energéticas pasivas. Se trataría, según él, de capturar los vientos alisios que circulan a grandes altitudes en ese entorno tan hostil. También la ciudad buscaría aprovechar una posible condensación de agua que se decantaría de las nubes que pasan por el desierto.
El espacio colectivo que se podría crear en Hatching, a modo de gran roca abstracta generada por la mano del hombre, implicaría la protección frente a los vientos cálidos en las partes inferiores. Y también, el resguardo ante la potencia de la radiación solar y, en definitiva, la creación de un entorno climático favorable que propicie la aparición de la frescura en su interior a modo de gran caverna artificial adecuada para la vida.
La maqueta final presentada en el pabellón de Marruecos. Biennale von Venedig, 2014
El trabajo que Alejandro Beautell ha presentado en Venecia obedece a otros planteamientos más concretos; es un trabajo que responde a un contexto de extrema restricción material y económica. Allí ha llevado la documentación explicativa de una pequeña ermita dedicada a San Juan Bautista y que ha realizado en la pequeña isla del Hierro. Un trabajo sumamente poético y preciso que ya presentamos en este espacio hace ya un tiempo.
De acuerdo a su propias declaraciones, se trata de una arquitectura sin letras mayusculas (about architecture: whitout capital letters).
La experiencia de la luz en el espacio interior de la ermita de San Juan Bautista. Alejandro Beautell, 2013
Beautell ha explicado su propuesta a la revista chilena Plataforma Arquitectura con los siguientes argumentos:
Lo que tenga que decir un joven arquitecto no tiene en principio mayor importancia, pero quiero responder a esta invitación y lo hago consciente de mis limitaciones.
Como arquitecto, necesitas un lugar, sin lugar no puede haber arquitectura. ese lugar debes hacerlo tuyo, conocerlo íntimamente.
Me preocupa el carácter de los edificios, una casa es una casa. no debe ser otra cosa, su densidad y su peso serán los de una casa. los materiales y sus texturas, los necesarios, los precisos.
Cuando aprendes a leer un espacio, puedes apreciar lo fundamental, su esencia, las fuerzas inherentes a ciertos lugares y a sus proporciones. en este territorio desconocido habitan también la música y la poesía.
Pienso que hay algo importante en el modo en que los distintos elementos de un edificio entran en contacto. el secreto radica en la unión, en la transición, en la manera que se tocan el suelo y la pared, o cómo se encuentran dos cuerpos de un mismo edificio.
Dibujando la sección de una ventana de madera se puede comprender esto, la importancia del contacto entre los distintos elementos. a veces no deben tocarse, debes separarlos, hay que crear sombras.
La geometría y su poder: no alcanzo a comprenderlo. necesito ir a su encuentro, preguntarme cómo es, cómo funciona. ese juego de equilibrios. hermoso, complejo.
La materia, el tiempo y el espacio son las herramientas de la arquitectura. del juego inestable entre ellas, siempre en el límite, surgen las preguntas que esperan respuesta.
No son genios lo que necesitamos, decía un viejo arquitecto. lo aprendí de mi padre; aún existe una tradición viva.
BAUKUNST, antigua como la mar, moderna como las olas.
Me interesa lo sencillo, y aquí, en la isla que habito, el horizonte es azul.
Un conjunto de aforismos personales que tendríamos que asumir colectivamente en una época en la que la escasez va a convertirse en un elemento restrictivo primordial para la arquitectura.
about architecture: whitout capital letters. Alejandro Beautell. Archdaily 19/06/2014
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Hatching. The origination of a city. Menis Architecture. Biennale di Architecture di Venezia 2014
La intensidad de un pequeño templo. Alejandro Beautell. Arquiscopio 09/08/2013
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