La oficina de los arquitectos madrileños José Selgas y Lucía Cano, construida en 2007, es un simple contenedor longitudinal blanco que se inserta en un entorno boscoso enterrándose simplemente, y generando una imagen sumamente atractiva con pocos recursos proyectuales. Ha resultado ser el proyecto más visto de la conocida página Archdaily en sus cinco años de historia.
Este pequeño estudio español ha obtenido un reconocimiento internacional fulgurante desde que proyectaran y construyeran el Palacio de Congresos de Badajoz en 2006. Realizan una arquitectura de espacios simples y de vibrante colorido. Su proceso formativo ha sido bastante intenso graduándose ambos por la Escuela de de Arquitectura de Madrid en 1992. José Selgas obtendría posteriormente la beca del Prix de Roma en 1998, habiendo trabajado también en Nápoles con Francesco Venezia. Lucía Cano es hija del conocido arquitecto madrileño Julio Cano Lasso, en cuyo estudio trabajaría hasta 2003. Desde entonces han generado un estudio propio que ha realizado unas cuantas obras de interés y popularidad reconocida.
Segas y Cano construyeron hace cinco años este pequeño espacio de oficinas para albergar su propia empresa de diseño. Es un pequeño volumen rectangular muy alargado que se entierra en el terreno. Solo hay espacio para una hilera de mesas perpendiculares a la pared junto a una estantería adosada para libros, un pasillo longitudinal y otra estantería que sigue el recorrido de la otra pared. La construcción es muy simple un vaso de hormigón enterrado en el terreno sobre el que se coloca un cerramiento ligero. La cubierta se divide en dos partes una cerrada al sur conformada por un sándwich de tres capas, en fibras de poliéster, vidrio y aislante, que protege del soleamiento directo. Y otra, transparente, que cubre al norte de plancha curvada de plexiglás permitiendo así ofrecer una iluminación completa del espacio de trabajo. Todo ello mantenido por una simple estructura metálica curvada que da origen a la característica sección de esquinas redondeadas.
Las distintas zonas que componen esta escueta planta se subdividen con paneles de plexiglás y puertas coloreadas de remates curvos. Un despacho y un aseo ínfimo se adhieren al espacio de trabajo principal para 8 personas, al que se accede por una pequeña escalinata encajada en el terreno.
Este proyecto es en sí mismo una apuesta radical que peca de un excesivo simplismo y que, sin embargo, ofrece unas fotogenia inigualable con su vistoso colorido verde amarillo y naranja. El reportaje que hizo el extraordinario fotógrafo Iwan Baan ofrece imágenes altamente evocadoras y sugerentes. A primera vista parecería el paraíso soñado para todo estudiante de arquitectura.
Mi impresión no obstante es que debe tener numerosos problemas como lugar de trabajo. En primer lugar, el que se refiere a la luminosidad excesiva para el trabajo con ordenadores. También debe ser un espacio bastante caluroso en verano con problemas de ventilación; y muy frio en invierno por la imposibilidad de aumentar el aislamiento hacia el exterior, Por ello, debe tener problemas de condensación y humedades relacionadas con el contacto directo con el terreno.
Sin embargo, y a pesar de todo ello, ha tenido la virtualidad de mejorar extraordinariamente el prestigio y reconocimiento de estos arquitectos en el entorno de las redes y de los medios digitales. Es el problema que tiene entender y conocer solo la arquitectura desde su consumo mediante imágenes brillantes lo que lleva a errores básicos en la valoración de las obras. Se me ocurre que en los seis años transcurridos desde su construcción este espacio haya sido posiblemente abandonado por sus usuarios.
Mais informações:
Los 20 proyectos de arquitectura más visitados. Archdaily 11/03/2013
Oficina Selgas Cano. Arquitetura da Plataforma. 02/05/2009
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