Cristina Lucas, una hija de Eva

Alice en Quito. Cristina Lucas, 2010

En los últimos años asistimos a una creciente incorporación de las mujeres a la expresión artística contemporánea, reivindicando una justa equiparación de su papel y contribución a la sociedad. Es lo que ocurre con Cristina Lucas, una artista jienense que elabora sus propuestas intentando establecer un discurso suave sobre la relación entre condición femenina y creación. Con una obra todavía corta a pesar de sus 40 años ha desarrollado ya algunas experiencias que merecen mayor consideración colectiva.

Imagen extraída del video Tú también puedes caminar. Cristina Lucas, 2006

Lucas mantiene un acercamiento irónico al papel que los varones otorgamos a las mujeres y, especialmente, la forma en que la sociedad en su conjunto encasilla al género femenino. På något sätt, pretende establecer una perspectiva diferente aportando una sensibilidad relacionada con las mujeres.

Sv 2006 presentaba un video titulado Tú también puedes caminar en el que ofrecía una analogía entre las habilidades de los perros para desplazarse sobre sus dos patas traseras y la capacidad de las mujeres para pensar. Una divertida referencia a la consideración machista tradicional sobre el papel femenino, que se rodó en el pueblo gaditano de Vejer de la Frontera.

Pantone es una propuesta posterior de Cristina Lucas que ha tratado de representar la evolución del poder político y su relación directa con el género masculino a lo largo de la historia. Se trata de un video en el que a través de una secuencia temporal se representa un mapamundi evolutivo de los imperios en distintos momentos del devenir histórico. Para ella, hacer un mapa es desvelar una geografía que permanecía oculta más allá de la imaginación. Empleando colores suaves aquí ha tratado de reflejar otras cuestiones que vayan más allá de la idea de nación e imperio. Su esfuerzo representa de alguna manera la evolución en el tiempo del poder político a lo largo de la historia, ligado al establecimiento de los límites y fronteras. Unas líneas y manchas territoriales que se han fijado sucesivamente en guerras, tratados y tensiones siempre protagonizadas por el género masculino.

Habla es otro trabajo, realizado en 2008, que toma como referencia la monumental escultura de Moisés que terminó Miguel Ángel en 1509. La leyenda ha explicado que el genial artista florentino rompió la rodilla del profeta como una exigencia para que hablara y desahogara su ira. Según él, a la piedra solo le faltaba esa cualidad para adquirir una presencia vital. Cristina Lucas parte de esa anécdota para ir más allá y pedir una explicación más concreta y a martillazos al profeta, padre de las tres religiones monoteístas. Se trataría de conseguir una justificación sobre el triste e injusto papel secundario y subalterno al que relegan a la mujer tanto el Cristianismo como el Islam y el Judaísmo. Sin respuesta, evidentemente.

Secuencia de la rotura de un facsímil de la escultura de Miguel Ángel, Moisés. Habla. Cristina Lucas, 2008
En sus proyectos artísticos surge muchas veces un acento irónico relacionado con esa manera de ver femenina. Una forma de aproximación a las piezas de arte que la lleva a extraer también imágenes relacionadas con la literatura, como esa revisión de la historia de Alicia en el País de las Maravillas. Una niña que explora un mundo de fantasía y que, en determinadas circunstancias, se le queda pequeño. Esta metáfora le sirve para dar cuenta de las limitaciones que el espacio del hogar supone para la mayoría de las mujeres en muchas civilizaciones. Esa instalación realizada en 2010 ha recorrido ya numerosos lugares y países, exponiéndose en entornos diferentes como Córdoba, Quito y Sevilla.

Alice. Córdoba. Cristina Lucas, 2010

Como dice la propia Cristina Lucas en una reciente entrevista:

No soy una artista feminista, sino una persona feminista. Tengo esa preocupación en mi vida. En mi obra la reflejo solo a veces. Pero el feminismo es una necesidad de la democracia, de la razón, del humanismo. Y su nombre está maldito. El feminismo no es más que la necesidad de que todos los ciudadanos de una nación tengan los mismos derechos y deberes. ¿Y cómo podría ser de otra manera? ¿Con qué desfachatez nos atrevemos a no mantener esa lógica justa y obvia? Desenmarañar esa maraña también es parte de mi trabajo. Necesito hacer cosas en ese sentido, porque pienso que hombres y mujeres que no sean feministas, sencillamente no son buenas personas, sino antidemocráticas e inmorales.

Cuatro momentos históricos del reparto geográfico de los imperios. Pantone. Cristina Lucas , 2007

Ytterligare information:
Cristina Lucas, estirpe bíblica. Elena Vozmediano. El Cultural. 15/05/2008
Cristina Lucas: los artistas españoles somos unos kamikazes. ABC Cultural 30/01/2013

Más allá de todo lo dicho aquí, en el siguiente video, ella misma explica en profundidad las razones de su trabajo.

Memorias Orales. Entrevista a Cristina Lucas, 2013

 
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