CATACLYSME

Una exposición de la obra del escultor Juan López Salvador
Centro de Arte La Regenta. Las Palmas de Gran Canaria. Octubre de 2012 a Enero de 2013
Con este título -tan acorde con los tiempos- se presenta una parte importante de la producción que este artista canario ha desarrollado a lo largo de más de 30 años. Es una indagación poética sobre el espacio que quiere explicar las cualidades específicas del paisaje ligado a la naturaleza volcánica.

López Salvador tiene especial predilección por la tea, una madera particular que existe solo en el corazón de los pinos que crecen en los bosques de las islas Canarias. Con este material ha construido gran parte de su lenguaje artístico en una serie de obras de talla que contrastan una geometrización intelectual impuesta con las irregularidades de unas topografías inventadas que rememoran el paisaje. La serie de obras denominada Vistas aéreas realizada en los años 80 con fibra de vidrio, poliéster y polvo de madera, nos presenta una minuciosa descripción de unos territorios insulares observados hasta en sus más mínimos detalles. Parecería un momento de observación intensa en el que el artista trata de extraer la esencia de esas geografías casi amadas hasta la extenuación.
Posteriormente, iniciaría la andadura de otra colección de esculturas en las que ya se expresa ese intento de geometrizar la forma irregular de lo natural que es tan característico de una etapa fecunda de su obra. Es lo que constituye el núcleo de la serie paisajes, un conjunto de trabajos en madera de tea y en la que se inician algunas incursiones hacia el manejo del acero. Es de destacar aquí su fecunda colaboración con arquitectos locales como la que tendría lugar a mediados de los años 90 en que una pieza suya se insertaría en el patio central de un edificio de oficinas proyectado por el equipo Correa y Estévez enriqueciendo notablemente ese magnífico espacio.
En un momento posterior, este escultor se aventura a trabajar con la forja de hierro generando una serie de piezas en las que se vuelve a integrar la libertad de las formas espirales con la definición de volúmenes abstractos en unas construcciones gráciles y sensibles al movimiento. Es una etapa de obras que componen la serie que vuelven a revalidar la inventiva formal y gran calidad del trabajo de López Salvador. Como ocurre en Trampa del Viento, una extraordinaria pieza en diálogo con el horizonte que se introduce junto al mar con una gran sensibilidad.
En Cataclismo, se agrupa su más reciente esfuerzo. Un conjunto de piezas desarrolladas a lo largo de este año 2012 en las que recupera una gran parte de sus preocupaciones estéticas integrándolas en una nueva síntesis. Juan López parecería que trata ahora de representar la gran fractura que se ha instalado en nuestra relación con el medio geográfico, derivada del esfuerzo humano por racionalizar y aprovechar la totalidad de los entornos naturales. A lo largo de milenios, la humanidad ha tratado de aplicar una lógica implacable al ambiente que nos rodea, extrayendo y poniendo al servicio civilizador todos los recursos que ofrece el territorio. Este proceso ha llegado a un culmen cuando hemos constatado la finitud del planeta y es en ese momento cuando parecería que se produce el cataclismo al que alude este escultor.