La pintura que Le Corbusier realizó para uno de las contraventanas del Petit Cabanon de Roquebrune
A principios de 1950, Le Corbusier construiría una de sus obras más peculiares. Sería una mínima cabaña refugio en la que retirarse con su mujer Ivonne junto al rumor de las olas del Mediterráneo en la pequeña localidad francesa de Cap Martin, cerca de Menton.
Quizás la mayor singularidad de esta pequeña y sencilla construcción sea su ausencia radical de pretensiones arquitectónicas. Sin embargo, y también por ello, desprende un alto contenido poético.
Hoy es un lugar de peregrinaje para los amantes de la arquitectura del siglo XX. Un recurso turístico de primer orden dela Costa Azul, en su extremo cercano a la frontera italiana.
Seguir leyendo en FILE Arquiscopio
تابعونا على