Salé visto desde las alturas de la Kasbah de los Oudayas al otro lado del río
Algunas veces llegamos a lugares de los que desconocemos casi todo. Es lo que a mí me ocurrió cuando visité la ciudad marroquí de Rabat hace varios años.
Era un viaje invernal por las planicies de Marruecos, desde Marrakech, la puerta del profundo sur desértico hasta la Medina de Fez, una inmersión en un pasado medieval remoto y exótico. En ese recorrido visitamos la aglomeración de Rabat, donde se encuentran Salé y la Kasbah de los Oudayas, su asentamiento original amurallado en la desembocadura atlántica del río Bu Regreg.
Desconocíamos casi todo sobre aquella ciudad, pero lo más sorprendente fue comprobar la enorme influencia de la cultura francesa en el trazado de sus calles y espacios más significativos. Y es que la corta presencia de cuatro décadas del protectorado francés a comienzos del siglo XX imprimió un carácter notable en la fisonomía de las ciudades del Reino de Marruecos.
Algo de esto nos cuenta José Antonio Blasco en el siguiente artículo centrado en las dos visiones que sobre el lugar han tenido los que allí han habitado.
Más Información:
Las dos almas de Rabat. Urban Networks 09/02/2013
Esquema General de Ordenación del Plan de Amènagement de Rabat-Salé. Michel Ecochard, 1956. Fuente: Archnet
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