Hace cinco años las tabletas digitales y los libros electrónicos que hoy usan muchos, como iPAD, Kindle o similares, eran una apuesta casi inverosímil. Algo similar ocurre con las nuevas ideas de aparatos electrónicos que desarrollan las grandes empresas dedicadas al consumo digital, como Google y sus nuevas gafas.
Cuarenta años atrás, un escritor de ciencia ficción, William Gibson, imaginó una sociedad dominada por el acceso masivo a la información a través de redes y artilugios tecnológicos increíbles. En Neuromante, una novela que obtuvo el Premio Hugo en 1984, uno de los personajes llamado Molly llevaba incrustada una pantalla en el recinto de uno de sus ojos. Con esa pieza integrada en su cuerpo, Molly se comunicaba directamente con la gran red de ese universo de datos que el novelista bautizaría entonces como el ciberespacio.
Hoy, ese artilugio está a punto de ser una realidad como lo demuestra el proyecto de las llamadas Google Glasses (gafas de Google). Se trata de una prótesis funcional con formato similar a las gafas convencionales que -a modo de lente transparente- se colocaría sobre los ojos para tener acceso a un minipantalla con conexión a Internet. La empresa californiana prevé que ese producto revolucionario esté a la venta en los principales mercados mundiales a finales de este año 2013.
Otras empresas están apostando por proyectos tecnológicos que llevan la realidad técnica del acceso a Internet y las enormes posibilidades que conlleva su uso hacia un uso cada vez más intensivo y directo. Apple está trabajando en la construcción de una pantalla flexible que ha modo de pulsera o reloj se pueda llevar en nuestra muñeca y consultar con facilidad. La empresa coreana Samsung está a punto de presentar su modelo Galaxy Note 8, un producto híbrido entre teléfono móvil y tableta, cuya pantalla de 8 pulgadas permitiría las funcionalidades y recursos de ambos aparatos ofrecen hoy.
Nuestro ambiente cotidiano está siendo invadido por numerosos artilugios que permiten un acceso amplísimo a todo tipo de información y con ello un control y seguimiento radical y constante de las actividades que realizamos. La hipótesis del Gran Hermano que vislumbró George Orwell ya es una realidad preocupante mucho más allá del seguimiento personalizado que imaginó el escritor británico a mediados del siglo XX.
Más Información:
Google New Glasses. Fast Company
La cotidianeidad de la realidad aumentada que proporcionarán las Gafas de Google
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