La cooperación entre los jóvenes arquitectos españoles

Constelación de relaciones entorno al colectivo Zoohaus

La actual reducción radical de la actividad de la construcción en España ha llevado a los arquitectos a explorar intensamente otras posibilidades para trabajar y así seguir colaborando en el desarrollo del país.

En los últimos 5 años, desde la explosión de la intensa burbuja inmobiliaria que han soportado las distintas regiones españolas, se ha producido una contracción extrema de la edificación de nueva planta. Principalmente, en Madrid, Barcelona, la costa mediterránea y los dos archipiélagos. Una disminución de la actividad que ha significado casi la completa extinción de la construcción en España. Ese proceso deflacionario de la economía hace que hoy se tenga escasamente el 5% de la producción que existía en el sector en 2007. Una autentica hecatombe económica que ha generado una crisis de impredecibles consecuencias.
Esta circunstancia histórica, ha significado, en el caso del colectivo de arquitectos jóvenes, la desaparición del tipo trabajo para el que se habían formado. Muchos han optado por la emigración individual en una diáspora que se ha dirigido hacia Asia, América Latina y, above all, los países del Norte de Europa. Según Anatxu Zabalbeascoa, casi el 8% de los 53.000 arquitectos colegiados ha iniciado el éxodo hacia otros países. Mientras tanto, otra parte importante de ese colectivo se ha dedicado a explorar formas de supervivencia basadas en la cooperación mutua y el establecimiento de redes de intercambio de ideas.

Recently, la revista madrileña Arquitectura Viva ha realizado una interesante recopilación de algunas de esas iniciativas comunes que se han desarrollado en el panorama de la arquitectura española en estos últimos y terribles años. The número 145 está dedicado a las nuevas formas de trabajo colectivo en la arquitectura y se hace un inventario de 48 grupos y equipos conforman una representación básica del extenso y variopinto panorama en el que se mueven los arquitectos españoles más recientes.
Esa nueva forma de entender y ejercer la profesión que está naciendo destaca por una notable multiplicidad de intereses y preocupaciones y adopta un claro cariz alternativo y opuesto a la política al uso. Frente a la contradicción, el antagonismo y la lucha de oposición que ha caracterizado a las últimas décadas se plantean estrategias agonistas, aquellas que Chantal Mouffe definiría en The democratic paradox: Es decir, la búsqueda de la discusión, el reconocimiento de los contrarios y la incorporación de los diferentes al proyecto común. Frente a la participación formal y las libertades burguesas está manera forma de ejercer la política busca y pelea para lograr su reemplazo por formas directas de democracia en la cual la voluntad de la población pueda expresarse sin obstáculos
Entre tanto esfuerzo hay que destacar algunas cuestiones ya recurrentes para esos nuevos arquitectos como la investigación sobre el espacio público a la búsqueda de nuevas posibilidades de uso e interacciones colectivas; o, también, la conexión con aquellos que promueven la participación política y el establecimiento de nuevas formas de democracia; e, incluso, la identificación de los resquicios de libertad que ofrece la maraña burocrática que nos encadena.
Ese magma en ebullición formado por cientos de profesionales y artistas se mueve con soltura en Internet y las redes sociales creando múltiples interacciones de todo tipo. Entre todos ellos empiezan a destacar algunos equipos pioneros. Como es el caso de Recetas Urbanas, liderado por Santiago Cirugeda desde Sevilla. O Ecosistema Urbano que, con Belinda Tato y Domenico di Siena dirigirían el premiado ecoBulevar de Vallecas. O el colectivo Zuloark, motor y catalizador de la sumamente exitosa Noche en Blanco de Madrid, celebrada en 2010. O el mapeo y cartografiado de las interacciones en las redes físicas y digitales que ejercen los arquitectos ligados al grupo Zoohaus.
Es interesante constatar el voluntarismo extremo de estos nuevos especialistas en el uso y aprovechamiento del espacio. Su búsqueda constante de las posibilidades que ofrece un entorno sumamente hostil como el que representa la ciudad y el territorio contemporáneos. Un esfuerzo investigador que ya está teniendo frutos muy relevantes.