De repente, una imagen de un edificio totalmente recubierto de vegetación en el centro de una gran ciudad. Con más paciencia, analizando los detalles se puede comprender que estamos en algún lugar de Asia. Resulta algo sorprendente que induce a pensar en la rápida y despiadada recuperación que la biología puede ejercer sobre lo que la humanidad ha construido. La curiosidad hace que finalmente sepamos que la foto representa un edificio ocupado por un grupo de personas ejerciendo actividades de trabajo en un espacio compartido. O coworking como algunos prefieren denominarlo.
La escasez de recursos y la necesidad de ampliar el registro colaborativo entre artistas y profesionales ha impulsado la aparición de numerosos lugares como este. Edificios, y espacios destinados a compartir lugar de trabajo a aquellos que empiezan y no tienen grandes ingresos. Es una tendencia mundial que crece y que se ha puesto de moda entre los que pretenden dedicarse a actividades de tipo artístico y de comunicación como el diseño, la arquitectura, la pintura, etc.
Midori So es uno de estos lugares que existen en numerosas ciudades del mundo. En este caso, está situado en un antiguo edificio abandonado en las calles secundarias alrededor de Shibuya, uno de los distritos más vibrantes de la ciudad de Tokio. Allí, liderados por Miho Koshiba, un grupo de amigos se ha organizado para generar una iniciativa especial inspirada en la sostenibilidad. Midori significa verde en japonés.
La idea de reciclaje que se han propuesto, intenta el mantenimiento de un edificio decrepito con ligeras mejoras, permitiendo que tenga un caparazón vegetal y finalmente sea recubierto completamente con helechos y enredaderas. También, la recolección sistemática de mobiliario abandonado para su reutilización al servicio de los usuarios. La iniciativa incluye otras numerosas actividades y eventos que complementan el trabajo cotidiano: como ocurre con la oferta de talleres organizados, encuentros de trabajo y exhibiciones de arte. Una de sus últimas iniciativas ha consistido en la puesta en marcha de un cine de verano en su cubierta., dedicado a exhibir películas locales.
Midori So es así una idea fresca y novedosa en la que un grupo de personas jóvenes ofrecen un espacio colaborativo a los tokiotas. Abierto además a cualquiera con las mismas inquietudes que trate de incorporarse a la actividad en la ciudad japonesa. Allí el fotógrafo de arquitectura Aaron Jamieson ha situado temporalmente su espacio de trabajo.
Un edificio que tiene un aspecto futurista a medio camino entre el abandono y la nueva vida gracias al entusiasmo de sus habitantes y usuarios, ha permitido ofrecer albergue a nuevas iniciativas sin que haya que reconstruirlo.
Mas información: Edificio colaborativo de trabajo Midori. Spoon&Tamago
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