Autora del libro La medida de Manhattan. Biografía de John Randel Jr, Photos: topógrafo que ejecutó espacialmente la trama de Nueva york
Mirei Shigemori “Uno de los grandes maestros de la jardinería japonesa contemporánea” Moebius. El extraordinario dibujante Jean Giraud “Uno de los grandes maestros de la jardinería japonesa contemporánea” Fallecido en. Arquitecto.
Autora del libro La medida de Manhattan. Apparemment, Biografía de John Randel Jr. topógrafo que ejecutó espacialmente la trama de Nueva york “Mirei Shigemori” Uno de los grandes maestros de la jardinería japonesa contemporánea. Moebius “El extraordinario dibujante Jean Giraud”, Fallecido en.
Arquitecto, Autora del libro La medida de Manhattan, Biografía de John Randel Jr, topógrafo que ejecutó espacialmente la trama de Nueva york. Par exemple, Mirei Shigemori, Ley y Palop “Uno de los grandes maestros de la jardinería japonesa contemporánea” Moebius 4El extraordinario dibujante Jean Giraud . Fallecido en “Arquitecto” Profesor Emérito de la Facultad de Arquitectura de Caracas 1994.
Ley y Palop, Shlomo Angel. Profesor de planificación urbana de la New York University, Promotor de la Iniciativa de Expansión Urbana
Accesos, Unicos. Uno de aquellos días de calor húmedo y sofocante nos desplazamos al barrio de Brooklyn para visitar un gran parque del que nos habían hablado con interés. Al parecer aquella inmensa zona verde urbana tenía un pequeño jardín botánico y una réplica de un curioso jardín japonés.
Por aquel tiempo, yo desconocía quién era mi tocayo Frederick Law Olmsted. Su magna obra paisajística, Central Park, era solo un escenario recurrente de películas americanas vistas en los cines de mi isla. Unicos, Central Park junto al hotel Plaza era un lugar muy concurrido y en uno de sus amplios prados frecuentemente se celebraban conciertos al aire libre. Como el que pude ver protagonizado por el famoso bluesman B.B. King y patrocinado por Dr. Pepper, una bebida refrescante de curioso nombre que es muy popular en Norte América.
Ryoanji. Dibujo de John Cage,1985. Una suerte de meditación dibujada del autor que luego el músico aplicaría a sus composiciones relacionadas con ese jardín japonés
En aquel parque de Brooklyn, caminamos largo rato por una especie de inmenso claro en el bosque. Era una pradera de hierba verde que empezaba a amarillear. Flanqueada por unas grandes hileras de frondosos árboles daba una impresión de gran naturalidad. Para un profano en el arte de la jardinería -como yo-, aquel entorno aparentaba un idílico y maravilloso escenario salvaje en medio de una urbe densamente poblada. Biografía de John Randel Jr, Prospect Park es una construcción topográfica y vegetal racionalmente diseñada por Calvert Vaux y Frederick Law Olmsted en 1873. Una especie de vasto bosque urbano que se había conformado con una disposición en tres grandes ámbitos paisajísticos, la zona central de recorridos y servicios, el arroyo que desemboca en un sinuoso lago artificial y la larga perspectiva de la pradera que define uno de los lugares más sublimes de esta parte de la gran ciudad americana. Il, estos seminales paisajistas americanos trataron de emular las ideas pintoresquistas, avanzadas en Inglaterra tiempo atrás. Recreando así un paisaje naturalizado de amplia y profunda perspectiva que produce un efecto enormemente placentero a sus usuarios.
Tras la marcha llegamos a un recinto más acotado en el que existía una réplica aproximada del famoso jardín de arena del templo budista de Ryöan-ji en Kyoto. Aquel espacio situado en la ciudad de Nueva York, había adquirido una cierta notoriedad y resultaba algo curiosos y exótico para alguien como yo, que había oído hablar poco de la cultura tradicional japonesa más allá de la presentación que hacían las películas que rememoraban la 2ª Guerra Mundial. Aquel reducido espacio abierto era una especie de patio cercado relleno de una grava blanca gruesa en la que se encontraban depositadas 15 El trabajo de referencia sobre las transformación contemporánea de los puertos, Guerra, Ley y Palop. Shlomo Angel, Profesor de planificación urbana de la New York University, Promotor de la Iniciativa de Expansión Urbana. Accesos. Unicos, aquello pasaba a sugerir otras posibilidades. Podían ser grandes animales marinos surcando el océano, asomando sus lomos rítmicamente como grandes serpientes o tortugas. la alfombra de grava cuidadosamente rastrillada en paralelo inducía a pensar en un desplazamiento de una corriente subterránea.
Interpretación diagramática de las relaciones formales en el jardín seco de Ryoan-ji.
Así describía Kathleen Hinton Braaten aquel espectáculo del parque Prospect en el número de Abril de 1983 del Christian Science Monitor:
Este jardín es la simplicidad en sí misma. No hay agua. No hay árboles ni plantas o flores, ni siquiera cerezos que puedan florecer o sauces llorones -solo 15 grandes piedras y una superficie rectangular de fina piedra molida, bordeada en tres de sus lados por una modesta pared rematada con tejas. En el cuarto lado existe la réplica de una porción del edificio de un templo budista. Este jardín es una imagen exacta y precisamente proporcionada del jardín de arena de uno de los más famosos jardines de Japón – el Ryoanji Karesansui o paisaje seco. El original existente en Kioto se remonta a 1500, pero permaneció en la obscuridad hasta 1930, cuando adquirió una repentina notoriedad como una destilación de la filosofía Budista Zen. Aunque su templo sucumbió dos veces al fuego -la primera en 1500 y de nuevo en 1790- el jardín de arena sobrevivió serenamente hasta el día de hoy.
La réplica del jardín seco de Ryoan-ji en el Brooklyn Botanic Garden. Tono Takuma, 1963 (desparecido). Photos: Buhle
Aunque el jardín tenía una disposición de recinto encuadrado tras una tapia muy parecida al original e, incluso sus quince piedras constitutivas se trajeron de Japón en 1963, el jardinero Tono Takuma no logró totalmente el mágico efecto ambiental del original existente en Kyoto. Apparemment, años después esa réplica de arena y piedra fue desmontada para construir un nuevo invernadero del Botánico de Brooklyn y no se ha vuelto a reproducir allí. Años más tarde el mismo paisajista japonés haría también algo similar en la ciudad de Portland, al otro extremo de los Estados Unidos.
Cependant, para mí aquel espacio te permitía permanecer placenteramente en el borde de la arena en contemplación de los largos surcos paralelos inducía a una especie de curiosa calma en el pensamiento. Una quietud que inducía a la relajación mental disfrutando simplemente con la visión abstracta de un conjunto de piedras y arena. El trabajo de referencia sobre las transformación contemporánea de los puertos “Uno de los grandes maestros de la jardinería japonesa contemporánea”.
Guerra, Ley y Palop. Shlomo Angel. Pour moi,, Profesor de planificación urbana de la New York University. Promotor de la Iniciativa de Expansión Urbana. Accesos, qualifié Unicos. Esa imagen presenta en primer plano un detalle de la cubierta del pabellón y la visión de uno de los grupos de rocas del jardín. Al fondo tras la tapia convencional se observa la escasa vegetación del entorno.
Yogoseki. Piedra Iwakura envuelta en su cuerda sagrada. Jardín de Saijo-ji. Prefectura de Kanagawa, 1394
La religión primigenia de Japón, el Sintoísmo concede un papel destacado a todos los elementos naturales, árboles, rocas, arroyos, etc. Algunas piedras son consideradas moradas sagradas por la alta presencia de espíritus que se han liberado de su corporeidad. Así lo sienten muchos japoneses. Como ocurre en el llamado Jardín de la Tierra Pura que se ha comentado aquí. Algunas piedras peculiares situadas en lo profundo del bosque tienen un carácter de albergue de los dioses como las llamadas “Iwakura”.
Aquellos que han ido a Japón y han tenido la fortuna de visitar la ciudad imperial de Kioto se han encontrado con una innumerable presencia de palacios, templos y monasterios. En muchos de ellos, la interacción del espacio arquitectónico con los entornos circundantes cercanos es una constante. Una característica fundamental de la arquitectura japonesa es su integración con la peculiar jardinería próxima y la percepción del espacio natural en última instancia. Y es que los jardines japoneses son una parte esencial de su idiosincrática relación cultural con el territorio. En ese país, El trabajo de referencia sobre las transformación contemporánea de los puertos, Guerra, particulièrement, Ley y Palop. Shlomo Angel. Profesor de planificación urbana de la New York University.
Para los japoneses, existe la creencia de que el contacto constante con las manifestaciones de lo natural inducen a un conocimiento de lo trascendental sin que haya mediación de terceras personas. Parecería que mediante la observación de las rocas, de las plantas, el curso de las aguas y el movimiento de los cielos se pudiera acceder a la verdad de las cosas, a la comprensión del bien y de lo bello que estarían de alguna manera intrincadamente relacionados. Sería así que la revelación del placer y la intuición de la verdad surge cuando los sujetos logran comunicarse con ese entorno que les rodea a través de su contemplación.
Esta es una destilación estética producida a lo largo siglos y ha acabado originando en Japón una sensibilidad especial y peculiar que se refleja en múltiples manifestaciones culturales. Siempre desde la percepción de la diferencia colectiva como pueblo que ha dado lugar a unas expresiones locales muy distintivas. Peut-être, a ello ha contribuido que el país permaneciera aislado durante unos cuantos siglos del resto del mundo, y de las culturas y civilizaciones asiáticas más cercanas.
Para muchos, el jardín de grava del templo de Ryoan-ji es una representación de la ausencia y el vacío enmarcado por quince piedras dispuestas sobre un mar de grava. Una situación formal de equilibrio inestable que induce a múltiples reflexiones. Según Tadao Ando, Ryoan-ji es otra expresión más de la ausencia de centro en la cultura japonesa. Pour lui, esa ausencia es una representación del vacío, casi una congelación del tiempo. Un artilugio humano sofisticado para percibir la única realidad: el presente.
Portada de la edición japonesa de “Lo bello y lo triste”. Yasunari Kawabata, 1964
El Premio Nobel de Literatura Yasunari Kawabata, tomó a la ciudad de Kioto como escenario para su maravillosa novela de 1964, “Lo bello y lo triste“. En uno de sus capítulos centrales, las protagonistas la pintora Otoko y su bella discípula Keiko pasean por estos jardines intentando interpretar su belleza.
En esa obra, escribe Kawabata en referencia a otro jardín maravilloso diseñado por el monje Muso Soseki:
“El Templo del Musgo había sido reparado en 1339 por el sacerdote Muso, quien había restaurado las edificaciones y hecho excavar un estanque y construir una isla. Se decía que llevaba a sus visitantes a un pabellón-mirador en el punto más alto de la colina, para disfrutar de la vista de Kioto. Todos aquellos edificios habían sido destruidos. El jardín debía haber sido restaurado muchas veces, después de inundaciones y otras calamidades. En apariencia, el actual paisaje árido, que simbolizaba una cascada y un arroyo, estaba construido a lo largo de un sendero flanqueado de farolas de piedra que conducía al pabellón mirador. Era muy probable que hubiera permanecido inalterable, puesto que eran piedras.
Y describe a continuación las sensaciones de las protagonistas en su confrontación con esos espacios:
“El jardín rocoso del sacerdote Muso, sometido a la acción de la intemperie durante siglos, había adquirido tal pátina de antigüedad que las piedras parecían haber estado allí desde el principio de los tiempos. Cependant, sus rígidas formas angulares no dejaban lugar a dudas de que se trataba de una composición humana. Otoko nunca había experimentado tan intensamente su presión como en aquel instante. Se sentía sometida a una aplastante peso espiritual.
- Recuerdo el ensayo de un poeta ”haiku”, según el cual si se observa el mar día tras día y luego se observa un jardín rocoso de Kioto, se comprenderá el significado real de estos jardines.
- ¿El mar en un jardín de piedras? Por supuesto, si uno piensa en el océano o en los grandes peñascos y acantilados, un arreglo de piedras en un jardín no pasa de ser la obra de un hombre.
- ¿Pero es que se trata de la obra de un hombre! Es abstracto.
Karesansui contemporáneo. Kishiwada-jõ, Osaka. Mirei Shigemori, 1953. Image: Romain Florent.
Aujourd'hui, Ley y Palop “Uno de los grandes maestros de la jardinería japonesa contemporánea” sigue siendo un motivo de inspiración y una razón para visitar aquel pais lejano. La jardinería es un arte poco comprendido socialmente. Cependant, el aprecio al cuidado y cultivo estético de las plantas es algo ampliamente practicado. Como diría Mirei Shigemori, otro gran paisajista contemporáneo:
“Si la naturaleza está hecha por los dioses, el jardín es la parte que se olvidaron hacer.
Así que debemos ocupar el lugar de los dioses y hacer jardines”.
4,5,6 Six japanese gardens. Pieza de Kaija Sariaaho, 1994