The Mountain Dwellings. BJarke Ingels Groep 2009. Foto: Ulrik Jantzen
A finales de la década pasada surgía esta obra fulgurante que asombró a la comunidad internacional de arquitectos por la originalidad de sus planteamientos. Una idea radical de edificio residencial cuya composición se basa en el máximo aprovechamiento de la escasa luz del sol existente en un país del norte como Dinamarca.
Vista aérea del complejo. Foto: Dragor Luftz
The Mountain es un trabajo maduro del equipo del todavía joven arquitecto danés Bjarke Ingels con el que alcanzarían fama mundial. Con este proyecto de complejo de viviendas de iniciativa privada, BIG (o Bjarke Ingels Groep como así ha decidido presentar a su oficina desde entonces, haciendo de paso un juego de palabras en inglés) ha obtenido numerosos premios y se ha proyectado con enorme éxito al panorama de los media del sector profesional e inmobiliario.
Ya en 2002, Ingels proponía una estrategia compositiva similar para un grupo de residencias para estudiantes. Se basaba también en una orientación de la planta respecto a la directriz solar de máxima eficiencia, la composición diagonal de plantas, secciones y alzados, junto al escalonamiento progresivo de las unidades residenciales. El resultado es una agrupación de viviendas en patio que se amontonan ascendiendo lateralmente para generar en sus traseras y a la sombra de la parte residencial y de mayor utilidad, el espacio de aparcamiento asociado a las viviendas. La proporción de garaje respecto al volumen habitable es de 2 a 1 en el caso de The Mountain.
Planta y Sección General
El planteamiento general de estas ochenta viviendas se basa en la definición de una planta en L que organiza cada unidad colocando en su centro un pequeño patio. En la crujía de acceso se sitúan los espacios de servicio y almacenaje mientras que la cocina confluyen en el ángulo. La intervención global incluye la provisión individualizada de terrazas para jardinería y pequeños huertos. Estas unidades se agrupan en filas de escalonamiento que se encajan en un perímetro cuadrado en planta y con uno de sus lados adoptando una directriz zigzagueante. Las unidades finales se proyectan realizando soluciones especificas que rematan cada fila ascendente con resultados funcionales muy desiguales. Más allá del fulgor de las fotografías, estas viviendas residuales, que abarcan a una proporción muy elevada, presentan espacios muy problemáticos que no son muy adecuados a las necesidades de sus habitantes. Si comparamos esta arquitectura formalista con un caso similar de viviendas escalonadas como la Sedlung Hallen de Berna, realizada por el equipo Atelier 5 en 1960, podemos concluir que el proyecto de BIG es bastante inferior en calidad funcional, constructiva y espacial.
Los materiales empleados son los recurrentes: estructuras de hormigón armado, grandes lienzos panelados en aluminio, superficies generosas acristaladas y recubrimientos de madera en los ámbitos de habitación. Junta a ello, se han pintado grandes superficies con colores estridentes lo que probablemente estimulará a sus habitantes en la oscuridad de las largas temporadas invernales. El resultado es un edificio muy fotogénico y para reforzar la metáfora, sus fachadas de paneles perforados posteriores, aquellas que protegen los garajes, se han tratado con una gran serigrafía que representa a la montaña nevada por excelencia, el Everest.
Con posterioridad, Bjarke Ingels ha realizado otras propuestas arquitectónicas espectaculares y resulta curiosa la presentación de sus conceptos e ideas en un libro comic, Yes is More. Esta publiación ha tenido una grandísima acogida entre los estudiantes de arquitectura de numerosas partes del mundo. El éxito mediático y la creciente atención de los grandes conglomerados de comunicación de masas le han traído aparejado una lluvia de encargos que le han llevado a producir una arquitectura de muchísimo menor aliento creativo que el famoso complejo de apartamentos.
Fachadas exteriores. Fotos Jens Lindhe
Ingels se ha lanzado a una carrera oportunista en la que presume de un gran desprecio y cinismo frente las ideas y planteamientos especulativos de sus clientes. Es una lástima observar como un arquitecto creativo sucumbe en aras de una ambición desmedida por el éxito. La tensión y dedicación necesaria para producir una arquitectura de calidad desaparece desde el momento en que se busca y estimula una producción masiva de proyectos. La consolidación de una carrera profesional no se puede acelerar con la fama ya que conduce a la destrucción de la propia creatividad.
Lo cierto es que su trabajo como creativo ha experimentado una expansión explosiva en los últimos cinco años guiándolo a un colapso empresarial que le ha llevado a contratar a una economista, Sheela Søsgaard, como consultora financiera para evitar la bancarrota. La económica es una parte del negocio que los arquitectos suelen ignorar irresponsablemente, justo cuando mayor éxito tienen, llevándoles a catástrofes inconmensurables. Como ella misma ha señalado en una reciente entrevista, (titulada Transformando el idealismo y las habilidades en buenos negocios) para evitar la destrucción de nuestra oficina de arquitectura se trata simplemente de realizar procesos básicos como mandar las facturas y asegurarse de cobrar.
Espacios interiores del garaje. Fotos: Ulrik Jantzen
Más Información:
Mountain Dwellings. BIG with JDS. Archdaily 11/03/2009
Bjarke Ingels Groep
En el siguiente video de la serie TED de 2009, Bjarke Ingels explica sus ideas sobre la evolución de la arquitectura a través de la presentación del comic Yes is More.
Siguenos en