La presente obra es uno de los proyectos más recientes del arquitecto portugués Alvaro Siza. Se sitúa en la localidad de Santo Tirso, perteneciente a la conocida como “Grande Area Metropolitana de Porto” y que cuenta con una población de 14000 habitantes.
El pequeño complejo para el Cuartel del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Santo Tirso se asienta sobre una parcela de 4770 m2, sobre se desarrolla la edificación de unos 1173 m2. Ésta se compone de dos piezas que se comunican y que se articulan entre sí a partir de un atrio de entrada y disfrutan de entradas independientes en todo su perímetro.
El volumen principal que consta de dos alturas, en la planta de acceso se dispone la, recepción, zona de oficinas, sala de juntas y zona de servicios, mientras que en la planta alta se ubica la zona de vestuarios y descanso de los voluntarios. Esta pieza con forma de L, de geometría recta, se construye con ladrillo visto rojo.
El segundo volumen que conforma este complejo y que alberga el gran garaje de servicio, se concibe como una gran caja, contenedor rígido completamente ejecutado en hormigón armado donde el forjado de cubierta, resuelto con una sencilla trama ortogonal de vigas de canto a modo de rejilla, le confieren una belleza inusual a un espacio destinado a garaje.
La fachada posterior por el contrario, y más exactamente la pieza habitable, se abre hacia los jardines y el horizonte, donde unos sencillos aleros en voladizo debidamente situados para evitar el soleamiento los días de verano rompen la verticalidad tan marcada de la pieza.
Compositivamente los dos volúmenes se alinean en el uno de los extremos de la parcela de forma que la construcción al mismo tiempo que, configura una calle, permite la rápida salida de los vehículos en caso de emergencia.
Una vez más, Álvaro Siza proyecta una arquitectura sencilla, sensible y silenciosa de líneas muy limpias pero poderosas, enormemente pensada y adaptada al entorno que la rodea, donde la forma de la edificación responde a los problemas y virtudes que propone el lugar, con espacios interiores resueltos con no más de tres materiales, pero que consiguen esa gran calidad a la que sólo este maestro nos tiene acostumbrados.
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