Casa Lude

FRANCISCO LEIVA IVORRA Y MARTÍN LÓPEZ ROBLES, ARQUITECTOS (GRUPO ARANEA)

“ La radicalidad de esta propuesta de ampliación en altura de una edificación existente en el centro urbano de Cehegín, permite valorar la forma en la que formas de composición de carácter contemporáneo, son capaces de evolucionar la tipología residencial en el marco de una inteligente reflexión sobre el contexto urbano y sus relaciones más complejas..”                               

> Fachadas proyecto sobre antiguo edificio en la población murciana de Cehegin.

El proyecto surge como una remonta sobre una edificación existente, donde el promotor propietario quería una vivienda en el centro de Cehegin, ya que la vivienda original pertenecía a su familia.

La situación inmejorable del proyecto dentro de la población de Cehegin, permite al volumen edificado sobresalir sobre las construcciones más próximas. La Casa Lude plantea una particular forma de relacionarse con su entorno más próximo. Quedando entramada dentro de un  tejido urbano denso a través de un lenguaje de marcados, giros y orientaciones selectivas, evitando abrir huecos directamente en fachada, como hacen el resto de sus vecinos. Los huecos buscan dirigir la mirada sobre las perspectivas marcadas por las calles más próximas, dando mayor privacidad provocando vistas más lejanas hacia la  próxima  Sierra de Burete y el Cabecico de San Agustín al Este.

En un ejercicio de aparente negación de lo que le rodea, la Casa Lude, no pretende negar, como así pudiera parecer desde un inicio,  la introversión existente a su vez en las construcciones tradicionales de la zona.

La Casa Lude crea un espacio interior de gran riqueza, dándole un valor único y complejo que relaciona diferentes interiores , por medio de niveles, interiores y exteriores, entendiendo los juegos de cubierta como una prolongación natural de la vida interior, frente a la colección de estancias que proponen las viviendas vecinas.

El color blanco, neutro, con el que se resuelve el aspecto exterior de esta ampliación, permite su identificación sin renunciar en ningún momento a su necesaria complementación con el entorno urbano más próximo.

El espacio interior se resuelve por medio de un juego de dobles espacios, perforaciones, culminándose por una cubierta graderío, con una barandilla que perfila el contorno, como una sutil línea entre la casa y el entorno que la rodea. Este último espacio amplía en gran medida las  posibilidades de utilización y disfrute de la casa. 