Asamblea en la Puerta del Sol de Madrid. 22 de feberro de 2011. Dibujo: Cretinolandia
Les presentamos una serie de extractos escogidos del libro del mismo título que han publicado este año los profesores de Ciencias Políticas y Economía Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón. En una situación tan grave como la que estamos padeciendo son unas reflexiones pertinentes y necesarias que tienen la virtud de ir a contracorriente respecto al pensamiento dominante en relación a la situación actual de nuestro país.
“España necesita generar urgentemente más ingresos públicos y para ello es imprescindible, en primer lugar, incrementar la actividad económica y el empleo, lo que obliga a garantizar demanda solvente a las empresas y suficiente financiación. Y en segundo lugar, reformar nuestro sistema fiscal para hacerlo más justo y acorde con la globalización y la abundancia de movimientos y transacciones financieras en las que se desenvuelven las economías.”
“Para evitar gastos extraordinarios lo que habría que hacer no es recortar aquellos que hacen que la economía y la sociedad funciones mejor, los que se refieren a la educación, investigación, salud, dependencia, formación laboral, apoyo a las empresas que crean empleo, etc., sino optimizar su gestión para evitar el tipo de despilfarro producido años atrás y evitar las causas que los originan, paro, pobreza y, sobre todo, el poder político de la banca, que obliga a destinar docenas de miles de millones de euros a salvara a los causantes de la crisis en lugar de encarcelarlos.”
“Para controlar que los especuladores estén encareciendo la financiación que necesitan los gobiernos, lo que hay que hacer es imponer filtros a los movimientos especulativos de capital y obligar al Banco Central Europeo a que actúe como lo que debería ser: un banco que financie a los gobiernos europeos para que estos no sean devorados por los mercados. Y tener presente que si eso no es posible y si dentro del euro solo nos queda sufrir este infierno, tenemos el derecho y también la obligación de erigirnos en dueños de nuestro destino optando por otras vías que lo eviten, saliéndonos de esta misión monetaria tan mal diseñada, tan injusta y tan sometida a los poderes financieros”
“La causa de que sigan cerrando empresas y perdiéndose empleos está clara: las empresas no tienen clientes, no venden lo suficiente y los bancos no les proporcionan financiación (o se la dan racionada, en muy pequeñas cantidades. Y no hace falta ser un premio Nobel de Economía para darse cuenta que las medidas de reducción del gasto que se están imponiendo en Europa agravan la situación, porque al recortar ese gasto reducen la demanda que necesitan los empresarios y, al dar dinero a los bancos sin imponerles obligaciones de financiación, solo se logra que sigan especulando sin parar y ganado muchos más millones de euros sin solucionar problema alguno.”
“Se trata de un fracaso del sector financiero largamente anunciado porque nace de no querer reconocer ni enfrentarse a la situación real de partida: tratando de aumentar hasta el infinito su negocio (la generación de deuda) la banca ha destrozado el sistema haciéndolo saltar en mil pedazos.”
“Si los banqueros han conseguido poner a sus órdenes a los gobiernos con tanta disciplina, especialmente en España, es por algo. Por una parte debido al enorme poder político que han acumulado. Y, por otra, porque han conseguido imponer a la sociedad una visión, según la cual la economía sale adelante solo si le dan alas al sector privado. Y eso es lo que lleva a los gobiernos a privatizar el capital público, a aplicar reformas laborales y financieras que permitan multiplicar rápidamente los beneficios empresariales, y a poner cada vez más recursos en ,anos de los bancos y de los grandes fondos de inversión mediante la privatización de las pensiones y del ahorro público.”
“El problema es que esto no solo es una forma sumamente injusta de repartir la riqueza, sino también una fórmula que no actúa para garantizar el funcionamiento global de la economía: lo que consigue es deteriorar la demanda y sin ella solo pueden salir adelante las empresas que tengan mucho poder de mercado y una clientela completamente inerme y obligada. Para éstas y para los bancos que siguen teniendo barra libre del Banco Central Europeo y copiosas ayudas de los gobiernos es una jugada perfecta. Pero es letal para las pequeñas y medianas empresas, para los trabajadores y para la economía en general.”
“Lo que desgraciadamente está ocurriendo en España –las dificultades que tenemos para llevar a cabo políticas más eficaces para salir de la crisis y la esclavitud con la que tenemos que seguir aplicando las estrategias que comprobamos que empeoran nuestra situación- tiene que ver con nuestra limitada democracia y esto, a su vez, con nuestra historia reciente. La dictadura de Franco fue un régimen político destinado principalmente a consolidar los intereses y privilegios de los grandes propietarios que, al amparo del régimen, crearon grandes grupos empresariales y financieros. Fue una etapa de gran atraso social que, al contrario de lo que pasaba en Europa, frenó la creación del estado del bienestar en este país. Y así se formó un poder oligárquico muy potente que no solo no ha desaparecido con la situación de democracia actual sino que incluso se ha fortalecido en los últimos años. Y dejó en sus manos no solo la base material de la economía sino de los medios de comunicación o su influencia en instituciones decisivas como la judicatura. Eso les permitió establecer leyes electorales muy injustas para garantizar el privilegio de los partidos comprometidos con el sistema.”
“Para garantizar su dominio las fuerzas conservadoras dominantes en la transición han limitado enormemente la representatividad y el modus operandi de las instituciones políticas y eso ha dado lugar a que la ciudadanía tenga escasísimas oportunidades de participación en la gobernanza del país, mientras que los grupos oligárquicos disfrutan de una gran influencia por vías informales y derivadas de su gran poder económico y mediático.
“La enorme influencia de los banqueros y de los grandes grupos empresariales que mantienen situaciones de oligopolio sobre la economía (sobre todo energéticos y de comunicaciones), que han conseguido dictar a los gobiernos estas políticas, que tanto les convienen y tanto daño hacen a los restantes miembros de la sociedad, pone sobre la mesa una cuestión fundamental y que es imprescindible tener en cuenta para entender lo que pasa en la vida económica de nuestro país: Los problemas económicos no son asuntos técnicos, como el funcionamiento de una maquinaria, que se resuelven objetiva y neutralmente, sino que son en realidad problemas políticos. Eso significa simplemente que resolver cualquier tipo de problema económico implica, sin excepción, repartir los recursos de un bolsillo a otro.”
“Se deduce, por tanto, que los problemas económicos se resuelven de una forma u otra en función del poder que tengan los diferentes grupos sociales, esto es de su capacidad para conseguir que sus intereses o preferencias se impongan sobre los demás. Si en una sociedad hubiera un régimen realmente democrático (que permitiera que todos los individuos dispusieran de exacta y verdaderamente de la misma capacidad de decisión) entonces las decisiones sobre los problemas económicos se tomarían en función de los intereses mayoritarios de la población. Pero su la democracia es imperfecta y no permite que todas las personas influyan con la misma fuerza en las decisiones, éstas se tomaran a favor de quienes tengan más poder o capacidad para decidir.
“Frente a las políticas que se están aplicando lo que de verdad se necesita para hacer frente a la situación se concretaría en las siguientes propuestas:
Un amplío debate social auténticamente plural y democrático que lleve a un plebiscito vinculante para que sea la ciudadanía quien decida las políticas que ha de aplicar el gobierno y no los grandes poderes económicos y financieros.
Una segunda transición que libere a la sociedad de los rescoldos de la dictadura y elimine el poder que los grandes grupos oligárquicos mantienen desde entonces. Comités de personalidades independientes con el apoyo y la salvaguarda de las instituciones deberían dilucidar en régimen de puertas abiertas la posible intervención espuria de los grupos de poder (políticos, económicos y financieros, mediáticos, religiosos o de cualquier otro tipo) en la agenda de los grandes problemas nacionales y proponer medidas de control y responsabilidad que los eviten en el futuro.
Sería deseable que todo ello se materialice en una nueva Constitución. Por un lado liberada de la esclavitud que ha supuesto la última reforma de la actual y que ha vaciado completamente el principio de soberanía popular. Y por otro, con medidas efectivas para garantizar el ejercicio pleno de los derechos humanos y sociales y evitar así que la voluntad popular pueda ser suplantada por la de los grupos sociales privilegiados.”
Más información:
Página personal de Vicenç Navarro
Copia del libro disponible en formato digital. Lo que España necesita
El catedrático y polítologo Vicenç Navarro