Una reflexión sobre dos obras emblemáticas del siglo XX relacionadas con la intervención en la arquitectura heredada.
Por Magüi González, arquitecta. Profesora de la ULPGC
Nuevo patio cubierto de operaciones en la ampliación del Tribunal Municipal de Gotemburgo. Erik Gunnar Asplund, 1937
El concepto de intervención en el patrimonio arquitectónico ha ido evolucionando desde las posturas más radicales de los primeros modernos, para los que el patrimonio histórico ,salvando las catedrales y castillos medievales, era algo a tener en cuenta solo si no entorpecía el progreso de las ciudades, hasta las posturas más puristas de hace unas décadas, de solo intervenir en el patrimonio para consolidar y evitar su desaparición, conservándolo como si fuera una momia.
En la actualidad la noción de patrimonio histórico se ha ampliado, incluyendo el patrimonio rural y el industrial, como fabricas, presas y puentes, consiguiendo que algunas de las intervenciones arquitectónicas recientes tengan que ver más con el concepto de reciclaje ,entendiéndolo como la reutilización de todas las capas de la historia susceptibles de ser aprovechadas, que con posturas más fundamentalistas con respecto a la protección del patrimonio.
Dejar a la vista refuerzos y prótesis, e incluso resaltar el efecto del paso del tiempo en los materiales, se nos presentan como opciones estéticas válidas que van más allá de la economía de medios, y que acompañadas de nuevos usos desenfadados e imaginativos, sean capaces de inyectar una nueva vida en los edificios antiguos e inicien un nuevo ciclo en la historia. La reciente intervención en las naves de Matadero Madrid obra de Arturo Franco son un claro ejemplo.
Alzado de la restauración y ampliación del Cabildo de Gran Canaria. Alejandro de la Sota, 1991. Imagen. Fundación A.de la Sota
Rehabilitar: habilitar una construcción decadente.
Restaurar: volver a construir lo que ya existió.
Reciclar: iniciar un nuevo ciclo a partir de lo viejo.
Reciclar más que Rehabilitar o Reconstruir, podría ser una nueva manera de intervenir en el patrimonio arquitectónico, frente otras que ya han quedado obsoletas. Y podríamos añadir en este caso
Ampliar: prolongar, dilatar, extender.
Los edificios históricos necesitan nuevos usos que le den vida a lo viejo, y esto muchas veces implica la realización de ampliaciones en los mismos. La ampliaciones pueden producirse de diferentes maneras, unas sobre el mismo edificio, remontas o encabalgamientos, otras completando o cerrando y reutilizando los vacíos existentes, jardines o patios interiores y las más polémicas y de mayor magnitud, las que se producen a costa de derribar edificaciones anexas, construyendo nuevos edificios que engloben o absorban los antiguos. En unos casos se diferencia lo nuevo de lo viejo respetando lo existente, en otros se prolonga y mimetiza el estilo del edificio original. El tema es polémico y no existen formulas ¿crear un nuevo edificio que dialogue con el viejo? ¿o crear un nuevo edificio que englobe el existente y lo actualice?
¿ Cómo conseguir que el edifico histórico y su ampliación funcionen como uno solo?
¿Mediante la abstracción de los elementos figurativos y unificación del material del edificio histórico o envolviendo ambos con un nuevo material?
Cuando hablamos de intervención en el patrimonio histórico, es poco frecuente referirse al patrimonio arquitectónico moderno. La ampliación del Cabildo Insular de Gran Canaria, obra póstuma de Alejandro de la Sota es uno de ellos. También es poco frecuente que una de las primeras y más relevantes obras modernas europeas sea la ampliación de un edificio neoclásico, el Ayuntamiento de Gotemburgo de Gunnar Asplund. Ambos edificios con sus similitudes y diferencias nos permiten profundizar en todas estas cuestiones.
Restauración y ampliación del Tribunal Municipal de Gotemburgo. Vista a la plaza Brunns. Erik Gunnar Asplund, 1934-1937
Plano de distribución de la planta superior del Tribunal Municipal de Gotemburgo. Erik Gunnar Asplund, 1934-1937
El ayuntamiento de Gotemburgo y el Cabildo de Gran Canaria
Entre la ampliación del Tribunal de Gotemburgo (1937), realizada por Gunnar Asplund y la ampliación del Cabildo de Gran Canaria (1993-95), de Alejandro de la Sota han pasado casi 60 años de evolución de la modernidad. Ambos utilizan estrategias proyectuales similares, aunque con notables diferencias en sus formas de concebir lo público y su relación con la ciudad. Muestra e la capacidad de adaptación y vigencia del movimiento moderno.
La ampliación de Asplund es una de las primeras intervenciones modernas sobre un edificio neoclásico, la ampliación de Alejandro de la Sota, obra póstuma, es una intervención “tardomoderna” sobre un edificio racionalista.
La construcción del Cabildo racionalista del arquitecto canario Miguel Martin Fernández de la Torre ( 1929-1932 ), que se retrasa hasta 1937 por la guerra civil española, va a coincidir con la fecha en que Gunnar Asplund termina su última obra ,la ampliación del Ayuntamiento de Gotemburgo.
Estas dos obras representan dos formas diferentes de entender la modernidad, una mas “bauhasiana”, la corriente mas funcionalista y ortodoxa del movimiento moderno y la otra es más una modernidad yuxtapuesta a un clasicismo abstracto.
El Cabildo racionalista y el edificio neoclásico del Ayuntamiento de Gotemburgo tienen en común ,la necesidad de adquirir una condición completa, lo que Santiago de Molina llama el síndrome del miembro fantasma, refiriéndose a la ampliación del cuerpo amputado que reclaman algunos edificios que en su momento se adosaron a lo existente pero que ahora demandan su prolongación como si les faltara un trozo.
Se trata en ambos casos de la ampliación de edificios administrativos, con un fuerte carácter institucional y representativo y gran presencia en la ciudad, razón por la cual generaron mucha polémica ciudadana en su momento. Una por considerar que se alteraba la obra racionalista y la otra por alterarse la obra Neoclásica. Los dos edificios son medianeros y necesitan de la demolición de edificios existentes para su ampliación, en el caso del Tribunal de Gotemburgo tres fachadas exentas y una sola medianera y en el caso del Cabildo de Gran Canaria solo presentaba dos fachadas en esquina .
Tanto el edificio de Sota como el de Asplund persiguen que el original y la ampliación formen una sola unidad volumétrica, aunque respetando la diferencia entre las partes, también que el edificio quede exento para remarcar su carácter público. Entre ambas intervenciones existen similitudes y diferencias, entre las que pueden señalarse, la relación con la ciudad, los accesos, el patio como mecanismo articulador entre lo nuevo y lo viejo y la forma de realizar la envolvente de los dos edificios.
Plano de la planta de acceso de la restauración y ampliación del Cabildo de Gran Canaria. Alejandro de la Sota, 1991. Imagen. Fundación A.de la Sota
Relación con la ciudad
Focalidad-Multipolaridad. Un acceso. Múltiples accesos.
Ambos buscan conseguir con la ampliación que el edificio quede exento de las medianeras con el fin de reforzar su carácter institucional, carácter que se manifiesta de diferente manera en los dos edificios y tiene que ver con el planteamiento de los accesos, y que dan respuesta a dos maneras de entender lo público con relación a la ciudad en dos momentos de la modernidad diferentes .
Sota como buen moderno decide derribar la totalidad de los edificios de la manzana no tanto por necesidades de espacio para desarrollar el programa para la ampliación sino por la oportunidad de esponjamiento que la trama urbana le permite, para ello divide la manzana en cuatro partes, una esquina lo ocupa el cabildo racionalista de carácter institucional, y a ambos lados de las dos medianeras el volumen cultural, y el administrativo, dejando la cuarta parte de la manzana como un espacio libre, como una dilatación de la trama urbana ,un jardín escalonado que atraviesa el edificio y une dos calles.
Aprovecha la ocasión de la ampliación para crear una nueva relación del edificio con la ciudad, se aleja de la modernidad ortodoxa dejando que el edificio sea atravesado por solicitudes múltiples, con lo que establece una relación más contemporánea con la trama urbana, más abierta. Son tres edificios diferenciados cada uno con su acceso pero manteniendo una unidad y dejándose penetrar en su planta baja por todas partes.
El Cabildo Racionalista que antes tenía un acceso frontal por la calle Bravo Murillo que anunciaba la nueva ciudad de los años 30, con un carácter focal y jerárquico, da un vuelco y recupera el acceso racionalista tangencial a la fachada principal, creando un paseo arquitectónico a lo Mies.
Dilata la calle y crea un nuevo espacio público que no tenia y que refuerza su papel institucional, pero con un carácter más domestico con un suelo de madera de exteriores ,un entoldado y unos bancos, creando un gran salón urbano, más acorde con la percepción actual que se tiene de lo público.
En la ampliación de Asplund también es decisiva la última solución que da al acceso producto de más 20 años de reflexión sobre el mismo proyecto.
Asplund gana el concurso de la ampliación del Ayuntamiento de Gotemburgo en 1913 y desarrolla varios proyectos paralelos a su evolución como arquitecto donde ensaya los diferentes estilos arquitectónicos que van desde el que gano el concurso que ignoraba totalmente el edifico neoclásico, y hacia uno nuevo, pasando en 1920 por un estilo romántico nacional con dos edificios del mismo estilo pero con accesos diferenciados, siguiendo con la solución académica de 1925 también con dos edificios y dos accesos y con la de 1934 en la que lo convierte en un solo edificio académico prolongación del original con un solo acceso.
En la versión definitiva de 1937, busca que el edificio nuevo, a pesar de conocer su escaso valor arquitectónico, se pliegue al viejo, por ello mantiene el acceso clásico frontal del edificio neoclásico centrando la atención a la frontalidad de la plaza, una concepción todavía clásica de lo que es un edificio público institucional. En su relación con la plaza mantiene una solución jerárquica con la ciudad, clásica. La madurez como arquitecto le hace entender que es más importante el contexto de la plaza Gustavo Adolfo (actualmente Brunnsparken), que la calidad arquitectónica del edificio neoclásico que en su años de juventud pretendía sustituir.
Perspectiva del patio interior del Tribunal Municipal de Gotemburgo en una versión clasicista no realizada. Erik Gunnar Asplund, 1925
Perspectiva del diseño interior de despachos. Concurso de amueblamiento del Cabildo de Gran Canaria. Juan Márquez, 1938. Imagen: Biblioteca Digital Mundial
El patio como mecanismo articulador de la ampliación.
La principal coincidencia entre las dos ampliaciones es la utilización de un nuevo patio como mecanismo para enlazar el nuevo edificio y el viejo, con idéntico objetivo de conseguir la unidad en la planta, en ambos casos son patios cerrados a modo de patio de operaciones donde se introducen los nuevos núcleos de comunicación ascensor y escaleras que articulan lo existente y la ampliación.
Sota envuelve y cubre con un lucernario amansardado el patio existente con uno nuevo, convirtiéndolo en uno solo, en él empaqueta un núcleo fuerte de ascensores y escaleras, dejando el resto libre que se prolongue hacia el jardín posterior.
El patio es más una calle que conecta con el espacio público exterior y articula los tres edificios, también prolonga y conecta la calle exterior hacia el nuevo patio jardín que ocupa el lugar de las viviendas demolidas, es la calle donde se encuentran los tres accesos diferenciados del edificio, el institucional, el administrativo y el cultural. Es un patio articulador que sirve de acceso independiente al nuevo volumen de oficinas, que se retranquea de la calle para crear un nuevo espacio peatonal, con lo que consigue diferenciar claramente el edificio original de la ampliación . Para Sota el aire que articula lo viejo y lo nuevo no tiene el sentido de unificación sino de paso, con el sentido más moderno de diluir los límites entre interior y exterior, hacer que la calle exterior sea como un interior y viceversa que el patio interior parezca como una calle exterior.
Sin embargo, en la ampliación de Asplund el patio es estático es un salón doméstico a el se llega en fondo de saco después de atravesar el patio abierto del edificio existente, también es producto de la decisión final comentada anteriormente de realizar un solo acceso por el edificio antiguo para conseguir que la ampliación se supedite a lo existente. No es un paso en las comunicaciones del edificio como el de Sota, es estático. Su condición de salón interior se acentúa con el carácter domestico que le da al amueblamiento, alfombras y tapices también diseñados por el.
Asplund actúa principalmente en la medianera, con el objetivo de lograr la unificación de la planta de ambos edificios, para ello crea un nuevo patio anti simétrico y unido al anterior.
Los patios están unidos en uno solo pero separados, en el límite donde antes existía la medianera proyecta un muro cortina que completa simétricamente por el reflejo la U existente del patio neoclásico. La U del edificio neoclásico es un patio abierto y la U del moderno es un patio cerrado, un patio de operaciones interno en el que se ubican los elementos funcionales de la movilidad, como la escalera y el ascensor. Ambos se proyectan como si fueran muebles, sin presencia, el ascensor de cristal como una vitrina y la escalera muy tendida es casi transparente y se sitúa en el límite entre el patio neoclásico y el patio moderno, entre el patio abierto y el cerrado, incluso la escalera de las dos plantas superiores desplaza su recorrido para continuar colgada para evitar su presencia en el salón patio .
Los mecanismos de composición del patio con anti simetrías sigue el mismo juego complejo de simetrías compensadas de la fachada nueva respecto al edificio principal.
Sección a través del acceso y los patios del Tribunal Municipal de Gotemburgo. Erik Gunnar Asplund, 1934-1937
Ideas para la ampliación del Cabildo de Gran Canaria. Croquis de Alejandro de la Sota
Frontalidad y envolventes
Sota envuelve el Cabildo racionalista unificándolo en un solo volumen con un solo material, con unas chapas tipo Robertson, que siguen un despiece horizontal remarcando las líneas de los volúmenes racionalistas, incluso asumiendo una planta añadida, actuación muy criticada por los puristas del racionalismo en su momento. Sota defiende esta decisión como la evolución lógica de la modernidad, ya que el racionalismo canario no las pudo utilizar por falta de medios y por el aislamiento de la guerra
Sin embargo se mantienen claramente la independencia de los tres volúmenes funcionales .
También adosa ,a la única medianera que mantiene, un cubo blanco neutro que aloja el programa cultural, y lo remarca con una fina hendidura para separar las dos partes, lo despega del suelo con una fachada de vidrio provocando su flotación, la fachada también se despega como si fuera una tapa con otra hendidura realizando una simetría de compensación.
En el Ayuntamiento de Gotemburgo también Asplund intenta una unificación, mediante la abstracción del lenguaje clásico, mantiene el ritmo vertical y la composición tripartita, también se enlazan los dos cuerpos mediante la prolongación de las líneas horizontales, zócalo, los tres forjados, cornisa, cubierta. Pero la operación más compleja de la anexión seria el desplazamiento de las ventanas hacia la entrada del edificio antiguo con lo que consigue sutilmente unir ambos edificios tan diferentes. La fachada totalmente moderna se supedita y mira hacia la existente convirtiéndose en una unidad, en un complejo juego de simetrías compensadas, colores y materiales y ornamentación como señala José Manuel López Peláez.
Ampliación, para Alejandro de la Sota es extender ,dilatar ,simplemente añadir a lo existente ,es oportunidad para esponjar la trama urbana y diluir los límites entre el interior y exterior y dejar que el edificio sea atravesado por los múltiples flujos de la ciudad. Para Gunnar Asplund ampliar es supeditarse al edificio existente mediante un único acceso que centre la frontalidad del edificio neoclásico en relación al espacio público. Dos ampliaciones modernas, una al inicio de la modernidad y otra tardomoderna, dos maneras contrapuestas de relacionarse con la ciudad utilizando mecanismos proyectuales similares, el patio, retranqueos, hendiduras, enlaces horizontales, accesos.
Arranque de la escalera central divisoria entre los patios existente y propuesto en el Tribunal Municipal de Gotemburgo. Erik Gunnar Asplund, 1934-1937
Espacio trasero generado a partir de la propuesta de ampliación del Cabildo de Gran Canaria. Alejandro de la Sota, 1991. Imagen. Fundación A.de la Sota
Del análisis de estos dos edificios surge un determinada reflexión sobre la necesidad y oportunidad de intervenir y poner al día los edificios del movimiento moderno(1925-1965) y considerarlos como parte del patrimonio arquitectónico al igual que en su día fueron los castillos medievales ,las catedrales góticas o los edificios del S XIX.
Por otro lado la ampliación de edificios del patrimonio histórico se nos presentan como una oportunidad para ir más allá de la pura necesidad de completar determinados programas funcionales e intervenir en el tejido urbano para esponjar y dilatar la trama y crear nuevos espacios públicos.
Edificios abiertos, calles interiores que son prolongación de la calle exterior, espacios exteriores que se configuran como interiores como salones urbanos de carácter doméstico, entoldados, tarimas, jardines de olores sillones y todo una suerte de símbolos de lo cotidiano, accesible al ciudadano, frente al edificio frontal, cerrado impenetrable que preside el espacio público decimonónico.
Vista actual del Cabildo Insular de Gran Canaria desde la calle de Bravo Murillo
[...] ARQUISCOPIO: Federico García Barba, 19/junio/2016 http://www.arquiscopio.com/pensamiento/ampliaciones-en-el-patrimonio-arquitectonico/ [...]